domingo, 13 de marzo de 2011

38. ¿Quieres Casarte Conmigo?


- Bueno Andrea. – Dije. – Le gustas, eso es seguro.

- Pero eso no puede ser, mi hermana me advirtió. – Me dijo.

En ese momento Paul entro a la habitación, y miro la nota que yo tenía en la mano, la guarde suavemente en un bolsillo para que el no sospechara de que era algo muy importante.

- Sol Amor… No hemos estado solos hoy, ¿Damos un Paseo? – Me dijo Paul.

- Claro amor, ve bajando, necesito decirle algo importante a Andrea ¿sí? – Le Respondí.

El miro rara a la situación pero aun así, asintió y cerró la puerta, le devolví la nota a Andrea y le guiñe un ojo, le prometí que ella contaría conmigo, así tuviera que interponerme entre Anny y Paul.

Baje en seguida las escaleras y Paul me tomo la mano, me beso la mejilla y salimos corriendo por la puerta de enfrente.

Habíamos salido de la ciudad, podía ver el cielo completamente, era estupendo, mire los ojos de Paul y brillaban más que nunca, nos sentamos en el pasto, me abrazo y me beso; me recordó aquellos besos de mi vida humana.

Tenía que sacarle el tema de Axel y Andrea a Paul, pero aquel momento era de los dos, y no quise interrumpirlo.

Muy bien, habían pasado unas seis horas, Paul y yo nos mirábamos a los ojos y nos besábamos cada vez que podíamos, hasta que nos dimos cuenta de que estaba por amanecer.

- Paul, Amor… ¿Deberíamos irnos, no crees? - Le dije a Paul.

- ¿Quieres? – Dijo Dándome un beso.

- Ok, mejor no nos vallamos. – Le dije.

- Sol… - Dijo levantándose y levantándome a mí, eso me estaba asustando.

- ¿Qué sucede Paul? – le dije.

Se torno un silencio, el sol estaba a segundos de salir en el horizonte, Paul miraba hacia él, se agacho y tomo mi mano; no… esto no estaba sucediendo.

- Sol, se que nada, ni nadie podrá separarnos, y nuestro Amor será eterno. – Dijo.

- Paul yo… - el no me dejo continuar.

- ¿Quieres Casarte Conmigo? – Lo inevitable ocurrió; me coloco aquel hermoso anillo en el dedo, era plateado con un hermoso zafiro. – Si No estás lista, lo entenderé.

- Amor… yo… claro que si… ¿Qué crees? Yo Te Amo. – Le dije levantándolo y dándole un fuerte abrazo.

- Me habías asustado. – Dijo Paul zafándose de mis brazos y dándome un beso.

- No tenias porque asustarte amor, sabiendo que te Amo. – Le dije.

- Es que se que fue algo apresurado, llevamos poco tiempo, bueno… - Dijo y Pauso. – No tanto, pero en pocos días volveremos al instituto y bueno, esto también planea hacerlo hace mucho. No pensaba hacerlo por la noticia de ayer, Pero…

- Amor, no digas nada ¿sí?, mejor no arruinemos el momento… - Le dije interrumpiendo su discurso y dándole un dulce beso.

Sin dudas yo no esperaba esto, pero estaba segura de que Paul me amaba y segura de mi gran amor por él, este era el momento, A pesar de solo llevar cinco meses siendo novios; teníamos todo y aun mas que parejas que llevaban años juntos y aun no decidían que hacer ¿Casarse o No? Esa era una de las preguntan que mas pasaba por la mente de los estadounidenses.

Paul y yo nos recostamos en el verde pasto, contemplando el hermoso amanecer. Y yo claro, contemplando la belleza de mi vampiro, aun siendo yo vampira, para mí no había nadie más, con semejante perfección.

- Bueno… ¿Qué Paso Aquí? – Escuche una voz, al reconocerla era… Axel.

- ¿Qué paso de qué? – Respondió Paul.

No sabía si era yo o mi imaginación… ¿Paul estaba enojado con Axel?

- Están como estatuas. – Dijo.

- No podemos evitar estar tan quietos, y lo sabes muy bien. – Dijo Paul, se notaba el enojo en sus palabras, y Axel lo noto.

- ¿Paul que ocurre? – Pregunto el chico, extrañado por la situación, pero yo podía imaginarlo, era por Andrea.

- Hablaremos de eso después ¿Si? – Dijo Paul ofreciéndole a Axel.

- ¿Por qué no ahora? – Respondió Axel sin entender nada.

- Axel, Paul esta celoso. – Le insinué yo.

- ¿Celoso? ¿De ti Amor? – Dijo tomando mi mano.

- No querido, de su hermana. – Dije entre risas.

Paul me miro con unos ojos de hermano celoso, sin duda esa era la razón, como conocía a Paul, tan… sobreprotector con sus seres queridos.

- Basta, Axel hablamos después. Sol vámonos. – Dijo Paul ya un poco más calmado.

Paul me tomo de la mano y entre saltos y carreras llegamos a la casa. Antes de Entrar Paul tomo mi mano y miro el anillo, subió la mirada y me miro directo a los Ojos.

jueves, 10 de marzo de 2011

37. ¿Es Amor?


- Sol, todo el día de hoy he estado recordando a mis padres. – Dijo – Lo de tus padres me afecto mucho a mí, y sin conocerlos tanto.

- Andrea, tranquila, mis padres, y os tuyos están bien, están con Dios, en el paraíso, felices, y cuidándonos desde allí. – Le dije y ella me abrazo.

- Estas fría, Te Quiero Sol, y te considero una hermana mas, ¿vez como cambian las cosas? Antes que me caías tan mal. – Me dijo sonriendo, su mirada cambio por completo.

- Digo lo mismo Andreita. – Le dije y guiñe un ojo.

Ella intento salir de la habitación pero yo la distraía, pero sé que se dio cuenta cuando le dije, que no saliera, porque estaban hablando cosas de adultos, ella era muy madura y siempre la incluían en todas las conversaciones por mi culpa salió corriendo del cuarto atreves de las escaleras y yo la seguí.

Axel de inmediato puso sus ojos sobre ella, pero de inmediato me di cuenta que no eran ojos de cazador buscando presa, era algo distinto.

- El es… - Dijo Andrea y en seguida me miro.

- Soy Axel mucho gusto. – Dijo el acercándosele y besando su mano, pero ella noto la frialdad de su piel, su piel se puso de gallina, pero sus ojos mostraban inocencia y calidez.

Andrea se sonrojo por completo, Anny y Paul estaban en alerta, se que en ese momento recordaron que ella era humana, y que Axel era un vampiro común, que se alimentaba de la sangre humana. Pero yo… solo me reí, eso me pareció una escena muy graciosa.

- Emm… Yo soy Andrea. – Dijo La hermana menor.

Paul se puso en medio de los dos, y en eso recordé lo que había dicho, Axel era ‘Un Don Juan’ y que solo buscaba a las humanas. Algo muy extraño. Pero los Ojos de Axel al ver Andrea se iluminaron, y no fueron los mismos ojos que me vieron a mí en el parque tratando de conquistarme, eran otros ojos.

- ¿Qué sucede? – Dijo Andrea desconcertada.

- ¿Tu hermano te cela? Que gracioso Paul. – Dijo Axel quitándose a mi novio de encima para ver a Andrea a los ojos.

Yo me seguía riendo y en ese momento, todos voltearon a verme, y me reí aun más.

- Sol… ¿Te encuentras bien? – Dijo Anny.

- Si, si, es que es muy gracioso. – Dije yo.

- ¿Qué es gracioso? – Pregunto Paul.

- Olvídalo Amor luego te lo digo ¿sí? – le dije.

Paul se acerco a mí y me abrazo, Anny tomo a Andrea y se la llevo a su habitación, Axel quedo en la luna, sin duda algo en él había cambiado al ver a la Adolescente.

Me senté en el piano y toque por un largo rato, sentí pisadas que venían de la escalera, seguro eran Anny y Andrea, que hace largo rato se habían ido a la planta de arriba, Axel intento acercársele a Andrea, pero esta lo ignoro, aunque su mirada no lo dejo de buscar en toda la tarde. Aquello que había ocurrido esa tarde era amor, Amor a primera vista, por parte de Axel y Andrea.

Axel se marcho de la casa tarde en la noche, pero al levantarse de donde estaba sentado dejo con su mano un papel, Andrea lo tomo, Anny y Paul no se dieron cuenta pero yo sí, estaba dispuesta a ser cómplice de mi cuñada, sabía que Axel regresaría muy a menudo a esta casa.

Cuando note que Andrea subía a su habitación le dije a Paul que le tocaba tocar a, el, y que en un momento volvía, tenía que hablar con Andrea, saber los detalles de lo que había pasado esta tarde.

- Andrea… - Dije entrando a su habitación.

- ¿Qué quieres? – Me dijo.

- Oye… ¿Por qué me tratas así? – Le dije.

- Estoy algo enojada. – Respondió.

- Eso lo note desde el momento que bajaste a la sala con Anny, ¿Qué te dijo? – Quise Saber.

- Nada importante. – Dijo.

- Si no fuera importante, no tuvieras ese humor, vamos Andrea, Cuéntame, ¿te gusto Axel no? – Le dije.

- Shhh…. – Me dijo haciéndome callar y cerrando con un golpe la puerta de su cuarto.

- Dímelo Todo. – Le dije.

- Es muy guapo sí, pero es vampiro. – Me dijo.

- Sé que es vampiro, ¿Cuál es el problema? Yo me enamore de Paul siendo humana. – Le dije.

- Pero lo de ustedes se remota del siglo diez y nueve, se querían siendo humanos los dos, además Paul no jugaba con todas las humanas bonitas que se le pasaban por el frente. – Así que Anny se lo dijo, eso fue lo que la puso de mal Humor.

- Ah, pero si es por eso tranquila, trataremos de averiguar qué es lo que se propone contigo ¿vale? Antes de que lleguen a algo. – Le ofrecí averiguar.

- ¿Harías eso por mí? Pero Anny me dijo que me alejara de él. – Dijo poniendo cara de tristeza.

- ¿Te dijo eso? Bueno eso lo arreglamos después, dime… ¿Qué dice la nota que te dejo Axel? – Que entrometida estaba siendo.

- ¿Cómo…? Bueno no importa… - Dijo y siguió. – Toma léela tu.

“Andrea, espero que seas tú la que este leyendo esta nota, eres una chica hermosa y definitivamente distinta a todas las demás que conocí en mi vida, o mi… muerte, Te buscare,”

36. Un Viejo Amigo

- Hola. – Sentí Una voz desconocía delante de mí; abrí los ojos.

- Emm... Hola – Dije, era un chico, no mayor de 20 años.

- ¿Estás Bien? – pregunto.

- Genial, ¿Por qué la pregunta? – Quise saber.

- Es que estas algo pálida. – Dijo y pauso, era la primera persona que se daba cuenta de que era muy… pálida. – Y Muy sola, Por eso me preguntaba como una chica tan hermosa estaba sola, parecías algo… distante del planeta tierra.

- Jajá… Soy Pálida por naturaleza, y gracias por lo de ‘hermosa’, ¿se nota mucho que estoy distante? – Le dije a aquel chico que no conocía.

- No tienes porque dar las gracias, es la verdad; Si… ¿se puede saber por qué? – Dijo. – Que mala educación, no me eh presentado, soy Axel.

- Mucho gusto, soy Sol; bueno y estoy algo distante porque hoy me entere de que mis padres murieron. – Le dije.

- Oh cuanto lo siento. – Dijo expresando sentido pésame.

- No lo sientas, ellos murieron felices. – Dije yo, me preguntaba porque Paul se tardaba tanto.

Aquel chico me miro con una cara muy extrañada, seguro se preguntaba como una persona podía decir eso después de enterarse esa misma mañana que sus familiares más cercanos habían muerto, pero sé que no había razón por la cual estar triste, ellos vivieron para mi, y cumplieron todo lo que se propusieron, criar a una hija con educación y valores.

- Te está pasando de nuevo. – Dijo el chico.

- ¿Qué? – dije sin saber a qué se refería.

- Te vas de la tierra, me parece que andas en la luna ¿eh? – dijo tratando de ubicarme.

- Ah sí, lo siento, pensaba en porque mi novio se tarda tanto en venir por mí. – le dije, y puso cara de sorprendido.

- Que mala suerte, las chicas lindas siempre están ocupadas – Dijo – Espero que tu novio sepa lo que tiene y te valore. – Dijo aquel chico de ojos dorados.

- Lo sabe, me quiere y respeta mucho. – Le dije.

Note que el cambio en su mirada, el había notado algo.

- No estás respirando. – Dijo.

- ¿Qué? – dije, oh dios, tenía que alejarme de él se estaba dando cuenta.

- No estás respirando, y aun así hablas y tienes buena apariencia. – Dijo.

- No se dé que hablas. – Intente fingir que respiraba.

- No puedo creerlo, ¿tratas de hacerme creer que no eres vampiro? Después de que note que eras pálida, hermosa y… no respirabas. – Mi rostro expreso todo lo que pasaba por mi cabeza, sorpresa, ¿cómo sabia el que era vampiro? No pude responder.

- Además no tienes ni una gota de sangre en el cuerpo, no escucho los latidos de tu corazón, Tranquila, Yo También lo soy – Dijo y tomo mi mano – ¿Sientes mi calidez? Si fuera humano no sentirías eso, la sensación sería distinta.

En Ese instante sentí a alguien detrás de mí, era Paul, su olor era inconfundible.

- ¿Quién eres? – Formulo Paul, yo, yo estaba en shock, ¿Ese chico, Axel, era vampiro?

- Tú debes ser su novio, Bueno… Hay competencia ¿No? – Dijo Axel.

- ¿Perdón? – Dije por fin.

- Amor, vámonos. – Dijo Paul.

- Vamos ¿no me dejaran solo? O ¿sí? – Dijo el chico.

- ¿Qué te pasa? ¿Qué buscas eh? – Dijo Paul.

- Bueno, me parece que no me recuerdas… Paul ¿En Serio No Recuerdas a Tu compañero de esgrima? – Y ahora, ¿Qué estaba pasando?

- No, ¿Axel? Por dios, no te reconocía. – Dijo Paul de buen gusto y se dieron un apretón de manos.

Muy bien, este sin duda era uno de esos días que no sabes que pensar de las cosas.

- Amigo, ¿qué suerte tienes eh? Que hermosa es tu novia. – Dijo Axel.

- Bueno pero me pueden decir que sucede, por favor. – Dije.

- Ah lo siento amor, el es Axel Richie, Un viejo amigo. – Dijo Paul.

- Ya sé que se llama Axel, pero ¿En serio se conocen? Y Axel… ¿Tu sabias quien era yo? – Pregunte.

- No, no lo sabía, yo venía hacia a ti con intenciones de conquista, pero luego me di cuenta de que no eras humana y… bueno. – Paul no lo dejo terminar.

- Tu siempre de don Juan ¿No? Sol, el tiene veinte años más que yo, ósea, 200 años, yo estuve con el por… ¿Media década Axel? – Dijo y Pregunto Paul.

- Exacto Paul media década. – Dijo el chico que recién conocí.

- Y… ¿Cuántos Años humanos tienes? – Pregunte.

- Diez y seis, soy menor que Paul por eso, de resto no lo soy. – Explico.

El de seguro no era un vampiro ‘vegetariano’, ¿Por qué se les acercaba a las chicas humanas? Quería preguntarlo, pero recién lo conocía y daba algo de pena hacer ese tipo de preguntas.

- Entonces yo soy mayor que tú también, tengo diez y ocho. – Dije.

- Sueña, querida. – Dijo Axel.

Paul le ofreció ir a la casa, y en seguida se me paso por la mente, que había una humana en casa ¿acaso Paul no estaba con los pies en el suelo? Podía matarla.

Mientras íbamos camino a la casa de Paul, los viejo amigos se la pasaron hablando de los viejos tiempos, contándome como se conocieron, estaban en un equipo de esgrima, y al igual que paso conmigo, Axel noto que Paul era vampiro.

Al llegar a la casa me preocupe, Anny salió majestuosamente por la puerta de en frente y me abrazo.

- ¿Estás bien? – Me pregunto.

- Si Anny, muchísimo mejor. – Le respondí.

Cuando me soltó corrió hacia donde estaba Paul junto al otro vampiro, yo me aproxime a entrar en la casa y buscar a Andrea. Ella se encontraba en su habitación viento televisión, cuando me vio entrar se levanto de su cama y me miro con ojos de tristeza.