Dos meses más tarde
- Mañana cumplimos tres años de casados. – Dijo Paul abrazado a mí en la cama viendo tv.
- Es genial. – Le dije.
- Y ya tienes dos meses de embarazo. – Menciono, yo le di un golpecito en el pecho.
- Si, solo faltan nueve más. – Dije, y él me abrazo más fuerte contra él.
- ¡No me lo recuerdes! ¡Ya quiero que nazca! – Me miro directo a los ojos.
Yo mire mi abdomen, no tenía ni un poco de barriga, pero podía sentir los latidos del pequeño bebé que crecía dentro de mí.
- ¿Cuándo empezara a crecer? – Dije sin dejar de ver mi “barriga”
- A los cuatro, igual que Anny, recuerda. – Yo asentí.
Estaba por amanecer. Paul estos dos últimos meses, me obligaba a comer comida de humanos, por el bebé, pero también iba a cazar, teniendo mucho cuidado claro, para no salir lastimada, ni yo, ni mi hijo.
Baje las escaleras, Paul había bajado hacia un rato, y aun no había subido, escuche voces, eran Andrea y Axel.
- ¡Chicos! ¿Qué hacen aquí tan temprano? – Les pregunte.
- Cesar estaba muy inquieto, y sabes cómo me pongo cuando me estreso. – Dijo.
Ella tenía razón yo lo sabía, le daban ganas de irse de la casa de nuevo, y esta vez no volver.
- Calma Andrea. – Dijo Axel tomándole la mano.
Entonces Paul me llego por detrás y me beso el cuello, yo pegue un salto.
- Casi me matas de susto. – mencione.
- Sería imposible, eres una vampiresa. – Dijo Axel.
- Es un dicho Axel. – pause. – Por si no lo sabías. – el me saco la lengua.
Paul se sentó al piano y empezó a tocar, Yo me senté en un sillón y justo al lado se sentó mi cuñada que miraba a Axel como si fuera un dios, entonces me imagine que de seguro era la misma manera en que yo miraba a Paul.
Cuando Paul estaba a mitad de la canción, el latido dentro de mí se acelero.
- Andrea. – Susurre, ella volteo. – Ven, escucha. – Ella puso su cabeza en mi barriga.
- Sorprendente. – Dijo ella sin quitarse de donde estaba.
Axel nos miro extrañado y se acerco e hizo lo mismo que Andrea, entonces yo me inquiete un poco, y el latido fue desacelerando.
Mi cuñada se quito empujando a Axel con ella.
- Seguro será niño. – Dijo Axel. – Por los latidos, tiene que ser niño.
- ¿Acaso a una niña no se le puede acelerar el corazón? – Dijo Andrea. – A mí se me aceleraba el corazón cuando te veía, mientras era humana. – En cuanto Andrea dijo eso Axel le dio un gran abrazo de oso.
Paul se levanto del Piano.
- Hace mucho tiempo que no nace una niña, en la comunidad de los vampiros. – Dijo.
- ¿Por qué? – Enseguida formulo Andrea.
- No lo sé hermana, desde hace mas de mil años no nace una niña, y… dudo que nazca. – Dijo, y su rostro mostraba algo de decepción.
Yo quería que fuera niño, así que no había ningún problema en eso de que hace mil años no naciera una niña entre los vampiros.
- ¡Axel! – Grito Andrea. – Me sorprende que tú no supieras nada de eso.
Axel se paso las manos a través de la cara y se dio una palmadita en el pecho.
- Bueno… Yo no estoy en esa sintonía. – Pensó por un momento y continúo. – ya sabes, no me preocupo por cuántos niños nacen, ni nada de eso.
Paul se le acerco rápidamente, lo miro de arriba a abajo y luego nos miro a Andrea y a mí.
- Yo les dije como era el. – Rio. – Solo se preocupa por cuantas chicas conquista.
Andrea se levanto y corrió hasta ellos, le tomo el brazo a Axel y miro a Paul.
- ¡Ya no es así! – ella se miro. - ¿Necesita algo más que a mí? – Volvió a mirar a Paul. – No lo creo. – se contesto ella misma.
Paul volteo los ojos, camino hacia el sillón se sentó a mi lado.