jueves, 10 de marzo de 2011

36. Un Viejo Amigo

- Hola. – Sentí Una voz desconocía delante de mí; abrí los ojos.

- Emm... Hola – Dije, era un chico, no mayor de 20 años.

- ¿Estás Bien? – pregunto.

- Genial, ¿Por qué la pregunta? – Quise saber.

- Es que estas algo pálida. – Dijo y pauso, era la primera persona que se daba cuenta de que era muy… pálida. – Y Muy sola, Por eso me preguntaba como una chica tan hermosa estaba sola, parecías algo… distante del planeta tierra.

- Jajá… Soy Pálida por naturaleza, y gracias por lo de ‘hermosa’, ¿se nota mucho que estoy distante? – Le dije a aquel chico que no conocía.

- No tienes porque dar las gracias, es la verdad; Si… ¿se puede saber por qué? – Dijo. – Que mala educación, no me eh presentado, soy Axel.

- Mucho gusto, soy Sol; bueno y estoy algo distante porque hoy me entere de que mis padres murieron. – Le dije.

- Oh cuanto lo siento. – Dijo expresando sentido pésame.

- No lo sientas, ellos murieron felices. – Dije yo, me preguntaba porque Paul se tardaba tanto.

Aquel chico me miro con una cara muy extrañada, seguro se preguntaba como una persona podía decir eso después de enterarse esa misma mañana que sus familiares más cercanos habían muerto, pero sé que no había razón por la cual estar triste, ellos vivieron para mi, y cumplieron todo lo que se propusieron, criar a una hija con educación y valores.

- Te está pasando de nuevo. – Dijo el chico.

- ¿Qué? – dije sin saber a qué se refería.

- Te vas de la tierra, me parece que andas en la luna ¿eh? – dijo tratando de ubicarme.

- Ah sí, lo siento, pensaba en porque mi novio se tarda tanto en venir por mí. – le dije, y puso cara de sorprendido.

- Que mala suerte, las chicas lindas siempre están ocupadas – Dijo – Espero que tu novio sepa lo que tiene y te valore. – Dijo aquel chico de ojos dorados.

- Lo sabe, me quiere y respeta mucho. – Le dije.

Note que el cambio en su mirada, el había notado algo.

- No estás respirando. – Dijo.

- ¿Qué? – dije, oh dios, tenía que alejarme de él se estaba dando cuenta.

- No estás respirando, y aun así hablas y tienes buena apariencia. – Dijo.

- No se dé que hablas. – Intente fingir que respiraba.

- No puedo creerlo, ¿tratas de hacerme creer que no eres vampiro? Después de que note que eras pálida, hermosa y… no respirabas. – Mi rostro expreso todo lo que pasaba por mi cabeza, sorpresa, ¿cómo sabia el que era vampiro? No pude responder.

- Además no tienes ni una gota de sangre en el cuerpo, no escucho los latidos de tu corazón, Tranquila, Yo También lo soy – Dijo y tomo mi mano – ¿Sientes mi calidez? Si fuera humano no sentirías eso, la sensación sería distinta.

En Ese instante sentí a alguien detrás de mí, era Paul, su olor era inconfundible.

- ¿Quién eres? – Formulo Paul, yo, yo estaba en shock, ¿Ese chico, Axel, era vampiro?

- Tú debes ser su novio, Bueno… Hay competencia ¿No? – Dijo Axel.

- ¿Perdón? – Dije por fin.

- Amor, vámonos. – Dijo Paul.

- Vamos ¿no me dejaran solo? O ¿sí? – Dijo el chico.

- ¿Qué te pasa? ¿Qué buscas eh? – Dijo Paul.

- Bueno, me parece que no me recuerdas… Paul ¿En Serio No Recuerdas a Tu compañero de esgrima? – Y ahora, ¿Qué estaba pasando?

- No, ¿Axel? Por dios, no te reconocía. – Dijo Paul de buen gusto y se dieron un apretón de manos.

Muy bien, este sin duda era uno de esos días que no sabes que pensar de las cosas.

- Amigo, ¿qué suerte tienes eh? Que hermosa es tu novia. – Dijo Axel.

- Bueno pero me pueden decir que sucede, por favor. – Dije.

- Ah lo siento amor, el es Axel Richie, Un viejo amigo. – Dijo Paul.

- Ya sé que se llama Axel, pero ¿En serio se conocen? Y Axel… ¿Tu sabias quien era yo? – Pregunte.

- No, no lo sabía, yo venía hacia a ti con intenciones de conquista, pero luego me di cuenta de que no eras humana y… bueno. – Paul no lo dejo terminar.

- Tu siempre de don Juan ¿No? Sol, el tiene veinte años más que yo, ósea, 200 años, yo estuve con el por… ¿Media década Axel? – Dijo y Pregunto Paul.

- Exacto Paul media década. – Dijo el chico que recién conocí.

- Y… ¿Cuántos Años humanos tienes? – Pregunte.

- Diez y seis, soy menor que Paul por eso, de resto no lo soy. – Explico.

El de seguro no era un vampiro ‘vegetariano’, ¿Por qué se les acercaba a las chicas humanas? Quería preguntarlo, pero recién lo conocía y daba algo de pena hacer ese tipo de preguntas.

- Entonces yo soy mayor que tú también, tengo diez y ocho. – Dije.

- Sueña, querida. – Dijo Axel.

Paul le ofreció ir a la casa, y en seguida se me paso por la mente, que había una humana en casa ¿acaso Paul no estaba con los pies en el suelo? Podía matarla.

Mientras íbamos camino a la casa de Paul, los viejo amigos se la pasaron hablando de los viejos tiempos, contándome como se conocieron, estaban en un equipo de esgrima, y al igual que paso conmigo, Axel noto que Paul era vampiro.

Al llegar a la casa me preocupe, Anny salió majestuosamente por la puerta de en frente y me abrazo.

- ¿Estás bien? – Me pregunto.

- Si Anny, muchísimo mejor. – Le respondí.

Cuando me soltó corrió hacia donde estaba Paul junto al otro vampiro, yo me aproxime a entrar en la casa y buscar a Andrea. Ella se encontraba en su habitación viento televisión, cuando me vio entrar se levanto de su cama y me miro con ojos de tristeza.

1 comentario:

  1. Dios, me encanta esta novela, pero... nose.. es como que le falta emosion :/

    ResponderEliminar