viernes, 29 de abril de 2011

44. El Gran Día ( II Parte)


Cuando llego el momento de los votos Paul me guiño el ojo y comenzó.

- Tú me fascinas, porque solo existes tu en mi vida, tú me enamoras porque ya mi vida es un vacío sin ti, tú me alimentas porque solo vivo de ti... tú me cautivas porque solo puedo mirarte a ti. – Dijo; esas palabras causaron en mí una pequeña cosquilla en mis ojos, ¿Eso era la sensación de querer llorar?



El sacerdote me miro y asintió, era mi turno.

- Aspiro a ti, a sentir cada mañana la maravilla de tu eternidad, a bañarme en el aroma de tu amor, a rodearme de las caricias de tus manos... aspiro a ti Sintiendo en mí el despertar del amor. Veo en tus ojos una luz que me lleva a perderme en tu ternura más dulce, veo en ti ese amor que anhelo... – Y así culmine.

El resto de la ceremonia se hizo pequeña para cuando llego la parte decisiva al ponernos los anillos. Cuando el sacerdote dijo sus palabras: ¿Aceptas a Sol Tyson por tu esposa, hoy y siempre, hasta que la muerte los separe? Todo pareció mágico, aunque fue algo redundante, ya que Paul y yo, seriamos Eternos.

- Acepto Tremendamente. – Dijo Paul y me miro con picardía.

Se escucharon unas cuantas risitas entre los espectadores; y en ese momento recordé que no solo estábamos nosotros.

- Sol Tyson, ¿Aceptas a Paul Clanwderd por tu esposo, hoy y siempre, hasta que la muerte los separe?

- No hay nada más Que quiera en el Mundo, Acepto. – Dije.

Y al decir ‘Paul, Puedes Besar a La Novia’, todo el mundo se desvaneció ante nosotros, nos dimos un beso largo y apasionado, hasta que Paul me recordó que seguíamos dentro de la iglesia, entonces tomo mi mano y salimos corriendo atreves del pasillo.

Todos dentro de la iglesia nos siguieron y empezaron a aplaudir y felicitarnos.

- Ahora con pasión en nuestros ojos no hay forma de disimular nuestro secreto. - Le dije.

- Te quiero más de lo que nunca sabrás. - Susurro en mi oído.

- Paul, yo… - No me dejo terminar y me dio un gran beso.

- Anda a saludar a tu Familia, luego te presentare a unos amigos. Te Amo. – Me dijo.

Busque entre la gente a mis tías que en cuanto me vieron empezaron a llorar, yo las abrace y sin duda ellas notaron la frialdad mi piel, pero no les importo. Ellas me miraron con gran dulzura, pero a la vez algo de tristeza.

- Sol querida, debes estar muy triste de que tus padres no estén contigo en este momento tan importante. – Dijo una de mis Tías.

- Todo lo Contrario, ellos están conmigo siempre, y me cuidan desde donde quiera que estén. – Les dije y sonreí.

Ellas sonrieron con admiración y yo abrace a mis primas y a mi primo.

- Gracias por estar aquí, los adoro. – Les dije.

- Tonta, también te adoramos. – Respondió mi primo.

- ¿Irán a la fiesta? – Pregunte.

- Lo lamentamos cariño, pero nos tenemos que marchar, tu tío está muy enfermo y tenemos que cuidarlo. – Dijo una de mis tías.

- Oh, lo siento. – Dije.

- No, lo sentimos nosotros. – Respondieron todos mis primos a la vez.

- Por lo menos vinieron a la ceremonia, se los agradezco muchísimo. – Dije.

Nos despedimos, y ellos se montaron en sus autos; solo con su presencia me había alegrado aun mas mi día.

Paul me llamo hacia donde él Estaba con Anny y un amigo. Anny lucia algo apenada, algo que era muy extraño en ella.

- Sol, Te presento a Darwin, Un viejo Amigo. – Me dijo Paul.

- Mucho Gusto Darwin, Soy Sol Tys… - Paul no me dejo terminar.

- Sol Clanwderd. – Corrigió.

- Cierto. – Dije. Al hombre se le calculaban unos veintiun años, era rubio de ojos castaños.

- Mucho Gusto, Paul que esposa tan hermosa. – Dijo Darwin.

- Lo sé, y no imaginas lo feliz que estoy de que sea mi esposa. – Contesto Paul.

Anny no había hablado en un buen rato y eso me preocupo, la jale del brazo y ella me miro. Yo casi la arrastre unos pasos lejos de los chicos.

- Anny ¿Qué pasa? – Le dije.

- ¿Qué pasa de qué? – Me dijo.

- Andas algo… me corrijo ¡muy distraída! – Le dije.

- ¿SE me nota mucho? – Dijo casi gritándome.

- Si, algo. ¿Qué pasa? – Le dije.

Ella miro al chico que estaba con Paul y luego me miro a mí con preocupación.

- Es ese… Darwin. – Me dijo. Y en seguida sentí una presencia detrás de mí.

martes, 26 de abril de 2011

43. El Gran Día.


Había llegado el Gran Día, estábamos a veinte y dos de Diciembre, El Sol salía en el horizonte y Paul me miraba directamente a los ojos.

- No puedo dejar de contemplar el amanecer reflejado en tus ojos, Sol. –dijo Paul acercándose a rozar mis labios.- mil sensaciones me recorren al disfrutar del placer de tus besos... ansío ser Tu Esposo.

Su voz, llena de ternura, su sonido simplemente me llevaba a soñar y perderme en pensamientos de gran felicidad, Nuestro gran día había llegado.

Estuvimos contemplando nuestra belleza inmortal, hasta que Anny llamo, mi muy pequeña familia había llegado, como hubiese querido que mis padres estuvieran allí, mi madre ayudando a prepararme, aconsejándome que no estuviera nerviosa; Paul enseguida fue a su habitación, y Anny me indico que debía ir a darme una ducha… Para luego arreglarme.

Al salir de la habitación todo tenía un olor a rosas, azucenas y claveles; mis flores preferidas.

Me duche y camine a la habitación de mi piano, enseguida Anny me quito la toalla de encima, y si hubiera sido humana me hubiese puesto roja de Pies a cabeza, sin ninguna duda, Me ayudo a colocarme un corset blanco escotado por supuesto, luego con mucho cuidado me ayudo a ponerme el vestido.

- Auch. – Dije.

- ¿Qué pasa? – Pregunto Anny.

- Creo que el corset está muy ajustado. – Le dije y ella puso cara de pocos amigos.

- Sol, ¿Por qué no lo dijiste antes de empezar con el vestido? – dijo mal humorada.

- Bueno déjalo así, igual para que necesito el aire. – Dije y solté una risita.

Luego de ponerme el vestido se agacho y me jalo la pierna, me estaba poniendo el signo de mi ‘Virginidad’ aun no contemplaba la idea de casarme, en ese momento me invadieron los nervios.

- Sol Tranquilízate – Dijo Anny. – Vamos a Maquillarte.

- ¿Dónde está Paul? – Dije.

- A juzgar por el sonido del motor fuera de la casa, Supongo que debe estar saliendo en su auto hacia la iglesia. – Dijo

Eso me puso más nerviosa, faltaba cada vez menos, Anny me maquillo y peino haciendo risos en mi cabello castaño me puso una pequeña tiara y termino con el velo.

Después de terminar conmigo se arreglo ella y Andrea, cada minuto me parecía una eternidad, tenía ansiedad y nerviosismo.

Tardaron una hora exactamente y llegaron a buscarme, sus vestidos era cortos y azules, combinando perfectamente con el color de ojos de Paul.

- ¿Vamos? – Dijo Andrea en coro junto a Anny mientras las dos me tendían la mano.

- Estoy nerviosa. – Alcance a decir.

- Lo sabemos, pero cuando entres a esa iglesia, solo serán Paul y tu, no olvides eso, Sol. – Dijo Anny.

Eso me tranquilizo mucho.

Bajamos las escaleras, la casa estaba muy bien decorada, no me imagina como podía estar la iglesia, las chicas no me habían permitido salir del cuarto para ver todo, y ahora lo estaba contemplando todo con gran fascinación. Al llegar a la puerta de entrada tome aire, aunque me costó un poco, a causa del corset; Andrea Abrió la puerta y salimos, En frente de la casa estaba Un Auto que parecía haber sido sacado de una película antigua, eso sin duda era idea de Paul, el siglo diez y nueve ¿cómo no me lo imagine?

Subimos al auto y emprendimos camino a la iglesia, ignore completamente la gente que nos quedaba mirando, ya que sus miradas eran como si contemplaran a dioses, no solo nos miraban a Anny y a mí, también a Andrea que a pesar de que no fuera inmortal lucia una belleza impecable.

Al llegar a la iglesia entramos por un pasillo, y Anny hizo una señal a Axel que vino corriendo a donde estábamos, quedó mirando a Andrea como la primera vez que la vio, pero luego volvió su mirada hacia mí.

- Sol, Woo que hermosa estas, si Paul no fuera vampiro le daba un infarto al verte caminar por ese pasillo. – Me dijo.

- Gracias. – Dije medio ahogada.

Anny dio otra señal y empezaron a tocar en el piano ‘Hello’ pero también un chico y una chica la estaban cantando. Era mi momento, Axel me tomo del brazo y en un segundo aparecimos en la entrada de la iglesia con Anny, Andrea y mi Prima que era la madrina, delante de nosotros.

- No te vayas a caer. – Me dijo Axel.

- Si Axel, eso me relaja mucho. – Le dije riendo.

Empezamos la marcha, y todos voltearon a vernos, solo encontré seis rostros conocidos entre toda la gente. Pero en seguida solo uno llamo mi atención, y fue el rostro de Paul, que sonriendo me miraba.

Empezaron a Tocar y cantar ‘I Need You Now’ justo al llegar al altar, Axel me entrego a Paul, yo contemple sus ojos azules cielo y baje la mirada; este con su mano subió mi barbilla y en ese instante no me importa nada mas, solo Estábamos Paul y Yo.

Durante toda la ceremonia busque a Paul con los ojos, Pero tenía que concentrar mi atención en las palabras del sacerdote.

lunes, 18 de abril de 2011

42. A solo Un Mes


Pasaron tres meses, estábamos a trece de noviembre y faltaba un mes y nueve días para mi matrimonio, veinte y dos de diciembre, ese seria nuestro día, el día de Paul, y el mío.

Anny tenía todo listo, la iglesia reservada para ese día, los invitados, la mayoría eran vampiros, amigos de Paul, y el resto eran humanos, Amigos de Anny, solo a una pequeña de los invitados los conocía, dos tías, una materna y una paterna, y cuatro primos, tres chicas y un chico.

El padrino de mi boda seria Axel, y la madrina seria una de mis primas, ya que ni Anny, Ni Andrea aceptaron serlo, porque insistían en que tenía que ser alguien de mi familia. Ellas decían que se conformaban con que estuvieran organizando todo, ella consiguieron todo, algo nuevo que resultaba ser mi vestido; algo viejo eran unos gemelos de mis padres, que pertenecían a la familia de mi papá; algo usado unas zapatillas blancas que había usado el día de mi primera comunión; algo prestado unos hermosos aretes con zafiros, que también resultaban ser algo azul.

Todo estaba listo, y no había nada más perfecto que eso.

- Sol, Amor, Ven a Tocar en el Piano Conmigo ¿Si? – Me dijo Paul.

Lo bese y comencé a tocar en mi majestuoso piano, Andrea y Axel entraron agarrados de la mano y se sentaron en el nuevo sofá, que estaba reemplazando el que Paul y yo habíamos roto.

Anny también se nos unió tirándose en el suelo y cerrando los ojos buscando relajarse con la melodía de la canción: ‘Hello’.

Al terminar Andrea se había dormido en brazos de Axel y este la abrazaba de un modo muy protector, Anny aun seguía con los ojos cerrado y me pidió que tocara ‘Total Eclipse of The Heart’ una de mis canciones preferidas.

Anny le aconsejo a Axel ir a acostar a Andrea en su cama, y luego se regresara, porque aun no le agradaba mucho la idea que estuvieran mucho tiempo solos.

Ellos dos ya tenían tres meses juntos y parecían muy felices, era el primer amor de Andrea y sin dudas seria el mejor, Paul hasta dejo que Axel se quedara en casa, ya su hermana tenía diez y seis años y hasta se había teñido el cabello de un castaño rojizo sin duda ya no era tan niña y sabia lo que hacía, ya tenía la misma edad de Axel, bueno su edad de humano, porque siendo vampiro era mayor que Paul.

Deje de tocar y me Levante.

- Paul, vamos a cazar. – Le dije, al sentir un gran ardor en mi garganta, tenia sed.

- Está Bien Amor. – Dijo – Anny ya volvemos.

Salimos corriendo de la casa, atreves de la ciudad, y del bosque, Gracias a nuestra velocidad era improbable que un humano nos viera, eso era una gran ventaja cuando vives en una ciudad.

Llegamos muy rápido a la isla de Vancouver, y nos aproximamos a cazar en Goldstream Provincial Park, yo case un oso negro y tres zorros. Paul me gano al cazar a dos osos negros; pero a pesar de no haber cazado tanto ya estaba completamente llena.

Fuimos a Pacific Rim, , y nos sentamos en la orilla de una de las islas, yo puse mi cabeza sobre el hombro de Paul y este me jalo contra él y me dio un fuerte abrazo.

Muchas veces me pregunte porque no utilizábamos el auto pero la respuesta era que nosotros éramos aun más rápidos que un auto de carreras, y además nos llenábamos de sangre y si nos montábamos en un auto así, al pasar en las fronteras tendríamos algunos problemas.

Nos aproximamos a irnos a casa, ya era algo tarde; al llegar observamos que la casa se veía desolada, supusimos que todos estaban en sus respectivas habitaciones.

Paul fue a la habitación del Piano, y yo quise ser curiosa y eche una ojeada al cuarto de Andrea, Ella estaba dormida en su cama, y Axel estaba sentado al computador.

Fui a acompañar a mi vampiro, y allí estuvimos, sentados en el piano hasta el Amanecer. Contemplamos el Crepúsculo a través de la ventana, el sol ardía entre el cielo color rosa, sin duda seria un día caluroso.

Todo ese día, Anny estuvo conmigo y la modista haciéndole algunos ajustes al vestido de novia, ella y Andrea También le tenía que hacer unos arreglos a sus vestidos de damas de honor; Paul y Axel estaban en otra habitación con otra modista arreglando sus trajes.

Ya faltaba poco, nuestra boda, Paul había mantenido en secreto a qué lugar iríamos de Luna de Miel, solo me había dicho que no era un lugar muy alejado de Estados Unidos, supuse que debía ser México, Pero tampoco quería imaginar mucho; Las chicas me acompañaron a una tienda de Lencería, yo no estaba muy cómoda con eso, pero ellas insistieron, había cosas tan… poco decentes, en realidad me costaba mucho trabajo verme a mí con alguna de esas cosas puestas.

- Sol, Amor. – Paul llamo mi atención. – Te compre un Libro, échale una ojeada ¿sí?

- ¿De qué trata? – Quise saber.

- Sobre Nosotros. – Dijo y emprendió una carrera hacia mi piano, ya que estábamos en la sala de estar.

Al abrirlo leí una frase.

“En cada amanecer hay un vivo poema de esperanza, y, al acostarnos, pensemos que amanecerá.

41. Gracias a Mi.


Andrea y yo Estuvimos hablando durante un buen rato, hasta que Paul y Anny juntos me llamaron desde la cocina para decirme que desde ese mismo momento empezarían a planear mi… boda, Woo, me costaba mucho pensar en ‘Mi Boda’ Nunca imagine casarme a los diez y nueve años, pero nuestro amor seria eterno y ¿Para qué esperar?

Mientras Hablábamos de eso, tocaron la puerta de entrada y yo supuse que era Axel, Paul puso mala cara al inhalar su olor, sin dudas era él, le dije a Anny que yo abriría, y para mi sorpresa Andrea venia bajando las escaleras en ese instante con un tono rojizo en sus mejillas, no me sorprendió que se quedara a medio camino cuando vio a su hermano acercarse a mientras yo me aproximaba a abrir la puerta.

Al estar enfrente de ella tome aire y pude detectar en él un olor a rosas, y en seguida abrí la puerta, no me sorprendió para nada que Axel estuviera allí parado, con una rosa blanca en su mano.

En seguida le dirigí una mirada a Paul, y el puso mala cara, pero a pesar de eso se acerco y lo invito a pasar, Axel al ver a Andrea puso cara de Apenado, se acerco a ella y le dio la rosa, y ella inmediatamente se sonrojo, mas aun de lo que estaba antes. Paul lo tuvo que alejar de ella y se lo llevo a arriba, a la habitación donde se encontraba mi piano.

Anny se apresuro a acercarse a donde estábamos Andrea y yo paradas, como unas estatuas, con miradas completamente inexpresivas, pero a diferencia de mi, Andrea estaba colorada con la rosa que Axel le había dado en sus manos.

- ¿Qué está Pasando Aquí? – Dijo – ¿Y esa rosa?

Nadie formulo una respuesta hasta que Anny me tiro del brazo.

- Sol, ¿Qué pasa? – Dijo Abrumada.

- Axel. – Dije yo.

Anny se quedo callada como una piedra, hasta que El vampiro bajo con Paul.

- Andrea… - Dijo Axel - ¿Te gusto la rosa?

Ella al fin se movió y asintió, acercando la rosa a su rostro.

- Me Alegra que te gustara. – Dijo Axel.

Anny miro a Paul con fiereza y casi lo arrastro hacia la cocina.

Andrea y Axel se sentaron en el mismo sillón que estábamos Paul y yo hacia unas horas, el chico le tomo la mano a mi cuñada y la beso con suavidad, ella se sonrojo aun mas y yo me acerque hacia ellos.

- Denme las Gracias – Les dije a ambos.

- ¿Por qué, cariño? – Dijo Axel.

Escuche como Andrea repetía las palabras para sí misma ‘cariño’.

- Porque convencí a Paul de que los dejara ser, Cuidado le haces daño ¿Okey? – Le dije en tono de advertencia a Axel, y este asintió.

- Cierto Sol, Gracias. – Dijo Andrea.

Paul se acerco a mí, me dio un beso en la mejilla y murmuro en mi oído.

- ¿Tu sabias que el venia, cierto?

Yo lo mire con complicidad y luego mire a los chicos que se contemplaban entre sí, y volví la mirada hacia mi prometido.

- Si, Amor, Lo siento. – Le dije.

El me llevo hasta la cocina y Anny me miro de la misma manera que había visto a Paul hacia minutos.

- Anny… - Ella me interrumpió.

- Lo hecho esta hecho, sigamos hablando de tu boda.

domingo, 17 de abril de 2011

40. ¿Una Historia Parecida?




Le di un beso apasionado y me levante, le tendí la mano para que él se levantara también pero me hizo caer encima de él y me devolvió el beso.

Cuando me zafé de sus brazos lo mire con picardía.

- Amor… - Le dije con algo de pena, pero no me dejo terminar.

- Lo sé, después de casarnos. – El respondió la pregunta que nunca formule, pero si la pensé.

A veces me ponía a pensar que Paul tal vez leyera la mente, pero sabia demás que no lo hacía, solo que él y yo concordábamos en nuestras formas de pensar.

- Me avergüenzas. – Dije entre risas.

- ¿Por qué? – dijo algo más serio de lo normal.

- Las razones son obvias. – Le dije y entonces comprendió que tenía que ver con la conversación que tuvimos el primer día de mi inmortalidad.

Nos levantamos del suelo y nos dimos un fuerte abrazo, salimos de la habitación y había un olor a tocino y huevo revuelto en la planta baja. Bajamos en seguida las escaleras directo a la cocina, Anny estaba allí preparándole en desayuno obviamente a su hermana; y nos ignoro completamente, mire a Paul con gesto de ‘Auch’ y me tomo la mano.

- Anny, comprendemos tu enojo, pero no es para tanto ¿sí? – Dijo Paul.

- Casi rompen el piso de La Casa. – Respondió Anny sin voltear al vernos.

- Pero no se rompió Hermana, y si lo hubiese hecho lo reparábamos y ya. – Dijo Paul.

- Bueno está bien, se acabo el tema. – Dijo Anny Tomando Aire. - ¡Andrea ven a comer!

- ¿Vas a organizar nuestra Boda? – Pregunto mi amado vampiro.

- Por supuesto, ¿crees que me perdería organizar el evento más importante para mi hermano? – Dijo Anny volteando por fin a mirarnos, dirigiéndonos una gran sonrisa, y nosotros se la devolvimos.

Andrea venia corriendo por las escaleras, mas arreglada de lo normal, y sus hermanos también lo notaron.

- ¿Andrea a dónde vas tan arreglada? – Quiso saber Paul.

- No voy a ninguna parte, ¿acaso no puedo verme bonita? – Respondió Andrea Acercándose al mesón de la cocina donde Anny le había servido la comida – Ah, y Sol, tengo que hablar contigo.

- Está bien… ¿De qué trata? – Dije.

- Tú sabes. – Me dijo, y capte enseguida, se trataba de Axel.

Paul y Anny me dirigieron unas miradas de interrogación pero no les preste atención.

Mire a Paul y lo guie a la sala de estar sentándonos en uno de los sillones. El beso mi frente y yo lo abrace. Allí estuvimos durante media hora hasta que Andrea llego y me tomo del brazo, me llevo a su cuarto y empezamos a charlar.

- Axel vino en la madrugada y toco mi ventana. – Dijo.

- Andrea… ¿Qué Paso? – Pregunte.

- No paso nada, solo lo deje entrar. – Dijo.

- Y… ¿Cómo Anny no lo noto? – Pregunte.

- Ella se entretiene mucho con el televisor, y además no creo que fuera a pensar que yo a la madrugada le abriera la ventana a un vampiro. – Puso cara de sorpresa. – Hay… no me estoy comportando bien ¿Cierto?

- Bueno, yo una vez invite a Paul a entrar por la ventana, pero no entro. – Le dije.

- Vez, entonces si estoy haciendo las cosas mal… - No la deje terminar.

- Claro que no Andrea, pero sigue contando.

- Bueno dijo que vendría a las once, por eso me arregle. – Dijo y se sonrojo.

- ¿Por qué no lo supuse? – Pregunte para mí misma.

Ella quedo en shock y esperaba a que yo le dijera algo.

- Esperemos a que venga, ¿sí?, pero te advierto algo Andrea, Paul y yo nos encontramos a Axel en la madrugada – Pause y en ese momento capte un recuerdo, el olor de Andrea estaba impregnado en la ropa de Axel, pero yo no lo había notado. – Andrea, ¿Qué mas Paso? – quise saber.

- Me abrazo y se fue. – Dijo. - ¿Cuál era la advertencia?

- Ten cuidado cuando pasen ese tipo de cosas, tu olor queda en él, y Paul lo noto. Cuando nos encontramos con el Paul se enojo. – Finalice.

- Ups, tendré mas cuidado.

- Ok, Andrea ¿Escuchaste un Ruido en La habitación esta mañana? donde yo me transforme. – Quise saber.

- ¿Un ruido? No, Un estruendo. – Me dijo.

- Ups. – Dije yo.

39. ¡Sorpresa! Mira Mi Anillo.


- Enséñaselo a Anny, para que sepa que pude hacerlo; yo iré a tocar un rato en el piano. – Dijo.

- ¿Estás Enojado Conmigo? – Quise saber.

- No Sol, es que… Conozco a Axel, no quiero que la lastime. – Dijo refiriéndose a lo que había pasado hace unos minutos.

- Sé que no lo hará; dijiste que era un don Juan, pero… un don Juan no mira así a sus ‘victimas’. – Dije.

- ¿Tú crees? ¿Y si la lastima… de otra forma? – Dijo.

- ¿De qué forma te refieres? – respondí.

- Tú sabes. – Dijo haciendo muecas y enseguida capte, tenía que ver con que era humana y el vampiro, pero si la quería... no la mataría de eso estaba segura.

- No se atreverá. – Dije.

- Sol, lo siento pero tendré que oponerme. – me dijo.

- No te atrevas a quitarle un Amor a tu hermana, déjala enamorarse, que sepa que es el Amor; ella esta grande ya, sabe cuidarse Amor. – Le dije y aconseje.

- Pero… - Pauso – Es cierto, esta grande se sabrá cuidar ¿no? Pero cuando salga lastimada, que no me diga nada; Anda a enseñarle en anillo a Anny vamos, estaré en el piano.

Abrí la puerta y corrí a través de las escaleras hacia el cuarto de Anny, ella estaba viendo el noticiero, así fue como se entero de lo de mis padres, Anny era adicta al televisor.

Ella enseguida volteo a verme, y noto en mi algo distinto, y no era mi peinado precisamente.

- En tu cara no solo veo sorpresa, veo felicidad y algo de trauma, ¿Qué paso Sol? – Quiso saber Anny de inmediato.

- Me pidió Matrimonio. – Le dije enseñándole el anillo en mi dedo.

Su rosto expreso una gran sorpresa, eso me hico pensar que Anny no sabía nada de que Paul planeaba pedírmelo.

Intente pensar que su reacción fue muy, pero muy parecida a la mía, pero también le causo gran felicidad, sin dudas.

- Esto no me lo esperaba. – Dijo Anny – Pero me Alegra, al fin Paul se decidió.

- Anny yo tampoco me lo esperaba, para nada, esto es nuevo para mí, no sé como reaccionar.

- Bueno reacciona con que… - Puso una Cara de inmensa preocupación. – DIOS tengo que organizar una boda.

- Bueno podemos contratar a alguien que lo organice, si tú no quieres, Hermana. – Dijo Paul entrando a la Habitación. – Sol te tengo una sorpresa, ven, acompáñame.

- ¿otra sorpresa? - Dije mientras Paul me tomaba de la mano guiándome hacia otra habitación.

Llegamos a una habitación, que sin duda era donde yo había permanecido mientras me transformaba, pero… Allí estaba Mi Piano.

Mire a Paul con sospecha e incredulidad.

- ¿Te Gusto la Sorpresa? – Pregunto.

- Como…. – No me dejo terminar.

- Le dije al director del instituto que como ya no lo frecuentábamos mucho, que si podía llevar el Piano a tu casa. – Me dijo.

- Pero Paul, mi piano…. – el no dejo que terminara de hablar, noto en mi voz algo de enojo.

Me había enojado, pero no lo suficiente, Paul me dio un beso y nos dejamos caer en un sofá que estaba al lado del Piano, crujió un segundo y detuve el beso, mire a Paul a los Ojos y sé que él estaba pensando lo mismo que yo, ‘No es Adecuado en Este Preciso Momento’; Pero me volvió a besar, me pego contra su cuerpo y yo no me negué, Pero el sofá crujió de nuevo y caímos en el suelo.

El cayó encima de mí y nos empezamos a reír como locos, en ese instante Anny entro a la Habitación y nos miro con cara de poco Amigos.

- Paul, Sol, ¿saben Algo? – Pregunto.

- ¿Qué? – Dijimos Paul y yo en coro aun riendo.

- Andrea está en la casa, Durmiendo. – Dijo con Incredulidad.

- ¿Y eso qué? – pregunto Paul, Anny no respondió y cerró la puerta de un golpe, yo puse cara de avergonzada y supuse que si hubiera sido humana me hubiera puesto tan roja como un tomate.

O tal vez no hubiera hecho nada, probablemente hubiera estado inconsciente en el piso, por el golpe al caer al piso con Paul encima. Y con eso pude comprender el enojo de Anny, habíamos hecho mucho ruido, y fue de pura suerte no caer en la planta baja.

- Anny tiene razón, me parece que hicimos demasiado ruido al caer al suelo.

- Sol, fue mi culpa, Lo siento, creo que también… me sobre pase. – Dijo avergonzado.

- Amor, tranquilo, No hicimos nada malo, bueno – Me detuve y mire el sofá. – Aparte de romper tan bonito sofá.