domingo, 31 de octubre de 2010

29. ¿Donde Esta PAUL?



Al despertar el no estaba allí, imprudente me levante y mire el sillón, tampoco se encontraba allí, acaso… ¿me había dejado sola?
Me apresure a salir de mi cuarto y baje las escaleras, tampoco se encontraba abajo, empecé a preocuparme, me acerque a la cocina, había algo que olía extraño, para mi sorpresa…
¡El desayuno Estaba hecho! Y al lado de él una nota.

“Sol, querida, lo siento por dejarte sola, debes estar extrañada, comete esto, pronto estaré allí contigo”

No me dio ninguna explicación con esa nota, aun estaba preocupada, así que decidí no comer, fui al baño a darme una ducha, para ver si se me despejaba un poco la mente, la casa se sentía muy vacía al no estar mis padres allí, no lo había notado porque desde que ellos se fueron yo también me había ido, con la familia de mi vampiro favorito.
En eso vino a mi mente la palabra ‘Piano’, o si después de la ducha sin duda iba a ir al instituto a tocar un poco en mi querido piano, para relajarme un poco.
Al Salir de la ducha, me vestí y apresure a secarme el cabello con una toalla, mi cabello se había acostumbrado al secador en las mañanas, ya que en todos los hoteles que habíamos visitado había uno, y solía secarlo, pero ya no era así, ahora estaba en mi casa, en mi hogar.
Baje rápidamente las escaleras, con mucho cuidado de no tropezarme con nada, siempre tenía la mala suerte de golpearme con algo y que me saliera un moretón, pero esta vez no fue así.
Tome unas notas que estaban en la mesa principal de la casa, donde estaban escritas todas mis canciones favoritas que solía tocar en el piano, y una manzana de la cocina, al fin pude tomar las llaves de mi auto y encenderlo, el rugido del motor me despertó aun mas y me facilito el camino hacia el instituto.
Al llegar el vede abrió la puerta de entrada, me sorprendió que a estas alturas de las vacaciones se encontrara allí.
- Sol, hace mucho no te veía por aquí, parece que te habías olvidado un poco de la música. – Menciono el Vede que me conocía desde mi entrada a la institución.
- No para nada, solo tenía mi mente en otras cosas. – Mencione, y me fui caminando.
Me aproxime a la sala donde estaba mi hermoso piano y al entrar todo estaba cubierto por una capa de polvo.
Limpie mi piano suavemente, como si estuviera tocando a un bebe recién nacida, cuanto había extrañado a mi piano. Me senté enfrente de él y comencé a tocar una melodía tras de otra.
En ese instante solo mi celular.
- Hola. – Respondí.
- Sol, Sol. – Escuche una voz llena de angustia y desesperación.
- ¿Anny? – Respondí adivinando la voz.
- Si, Sol, ¿Dónde está Paul? – Me pregunto exhausta.
- ¿Dónde está? – Pause y mi mente se lleno de preocupación. - ¿Cómo que donde esta?
- ¿No lo sabes? Dios, que abra ocurrido, ¿Por qué no ah venido a la casa? Pensé que estaba contigo pero… - Hizo una pausa como pensando bien en lo que iba a decir.
- ¿Pero...? Anny Habla, me estoy preocupando. – Dije levantándome del Piano y tomando un poco de aire.
- Pero, recibí un mensaje de su teléfono. – Pauso. – Decía que tuvo algunos problemas.
- ¿Algunos Problemas? Anny… - Dije envuelta en lagrimas.
Corte el teléfono, y Salí corriendo de la habitación ignorando todo, tome mis llaves y subí al auto, marque a su teléfono.

sábado, 30 de octubre de 2010

28. ¡Llegamos a Seattle!



Estábamos en el Avión, No sabía cuánto tiempo había pasado, Paul, Andrea y yo estábamos sentados en un asiento, y Anny toco en el puesto de al lado, ella no pudo evitar pelear en el avión por no habernos dado un asiento para los cuatro.
Andrea, se había quedado dormida, Anny fingía que dormía, y yo estaba recostada en el hombro de Paul, mientras él, miraba hacia la ventana.
- ¿Qué piensas? – Interrogue a Paul.
- Secreto. – Dijo, rio, y continúo. – Estoy pensando en que haremos al llegar.
- Quisiera ir al piano, pero llegaremos cansados. – Le dije.
- No tanto, estamos por aterrizar, además… recuerdas que… - Se acerco a mí y hablo a mi oído. – Soy vampiro.
- Oh, no lo recordaba, JAJA, ¿estamos por aterrizar? – Al preguntar eso, escuche una voz ‘Prepárense para aterrizar, pónganse sus cinturones’, mi vampiro sabelotodo lo sabía antes que todos en el avión. Bueno no todos porque el piloto era el que más tenía que saberlo.
- Ya te respondieron. – Dijo Paul entre risas.
Al llegar al aeropuerto, bajamos, y esperamos las maletas para partir a… no lo sabía, no sabía si íbamos hacia mi casa, o hacia la casa de Mi Familia Postiza. Por esa razón tenía que preguntar.
- Cariño… ¿Vamos a tu casa? – Pregunte a Paul.
- Si, Amor, pero luego te llevare a tu casa ¿te parece? – Respondió.
- Ok. Oye me harán falta tus abrazos mientras duermo. – Dije y note como su mirada cambio.
- Si quieres me quedo allí. – Me ofreció.
- Solo si tú quieres. – Dije ruborizada.
- Oh, no te puedo dar opción, recuerda que no puedo separarme de ti. – Se que estaba hablando de nuevo, sobre mis sueños.
- ¿Por? – Dije sabiendo su respuesta.
- Aun no estamos seguros si nos deshicimos de ella ¿recuerdas? – Respondió.
- Ah, hablas de eso. – Dije echa la desentendida.
El no me respondió, solo puso cara de bobo y me beso. Tuvimos que esperar un poco más, ya que tenían que bajar el auto.
Al estar todo listo, abordamos el auto camino a casa de mi vampiro favorito, y al llegar el olor familiar hizo que me llenara de paz.
Anny y Andrea, subieron al segundo piso para llevar sus maletas, mientras que Paul y yo, llegamos directo hacia el piano, extrañábamos tanto tocar que no pudimos resistirnos. Luego de un buen rato, Paul me llevo a mi casa, me ayudo a desempacar y luego nos pusimos a ver televisión sentados en un sillón de mi habitación. Ya era costumbre ver la tv juntos.
Llame a mis padres para informales que ya estaba en casa, ellos preguntaron si todo estaba en orden, y si nadie había entrado en la casa, preguntas frecuentes de los padres, pero yo me había encargado de que todo estuviera bien cerrado antes de irnos.
- Amor es Tarde, ven. – Escuche a Paul decirme, aun estábamos en el sillón, y ya era de noche, según Paul muy tarde.
Me cargo hasta la cama y me dio un beso.
- Buenas Noches Amor, estaré sentado en el sillón, ¿puedo poner un poco de música? – yo no quería que se sentara.
- No, quédate aquí conmigo. – Dije jalándolo hacia mí con poca fuerza, pero él se dejo llevar.
Como todas las noches de nuestras vacaciones, me abrazo y yo lo usaba de almohada, el no se quejaba, solo reía y me apretaba cada vez que me movía.

viernes, 29 de octubre de 2010

27. Ultimo Día En La Ciudad.



Luego de mi Baño, me vestí y Salí, Paul me aviso que Anny, ya había llegado y ya había comprado los boletos de avión para mañana temprano, Salimos a Dar nuestro último Paseo en Orlando Florida. Fuimos a caminar en la playa, nos tiramos agua, y Paul como lo hacía casi siempre, me alzaba y en una de esas me tiro al agua con todo y ropa, solo pensé *la ropa que me compro, la daña con agua salada*.
- Paul, ¿la piensas matar? – Dijo Anny Regañándolo.
- Lo siento, era un juego. – Dijo Disculpándose.
- No Fue nada Anny, solo que mi ropa ahora es salada. – Dije riéndome.
- ¡Sí! eso me molesta, porque justo eso se lo escogí yo, ¡PAUL! – Dijo casi gritándole.
- Dije que lo sentía, Además ya la importante es… Sol. – Dijo Mirándome – Y ella ya me disculpo.
- Hermano lánzala a ella, lo que pasa es que esta celosa. – Dijo Andrea riéndose.
- ¿Así? – Dijo Paul.
Paul se le acerco lo más lento posible para que nadie notara lo rápido que era, Anny gritaba ‘No Paul Por Favor No’ pero Paul no tuvo piedad, la lanzo con aun mas fuerza de lo que me lanzo a mí, claro porque el sabia que ella era mucho más fuerte.
- Sol… - Dijo Anny llamando mi atención, luego de que se levanto empapada.
- ¿Sí? – Respondí.
- ¿Me perdonarías si lo mato? – Me dijo mirando a Paul.
- Hay si, como no hermanita. – Dijo Paul.
- No creo. – Respondí.
- Bueno, pero… ¿puedo golpearlo? – Pregunto.
- JAJAJA – Se escucharon las risas de Paul.
- Bueno… solo un poquito. – Dije y me reí al ver la expresión de Paul.
Ella le puso la mano en el hombro y lo golpeo tan fuerte (eso me pareció a mí, pero el rostro de Paul reflejaba comedia) que lo puso de rodillas, el se levanto y le hizo una llave, me estaba preocupando un poco porque estaban demostrando mucha fuerza no importaba que fuera delante de mi o de Andrea, Si no de otras personas que no sabían lo que eran.
- ¡Chicos ya! – Grito Andrea.
- Solo jugamos. – Dijo Paul y Anny soltó la risa.
- Chicos creo que Andrea Tiene Razón, las demás personas los están mirando. – Dije yo.
- Eso es cierto, basta hermano creo que es suficiente por hoy. – Dijo Anny riéndose, como si los golpes no hubiesen sido nada para ella.
- Está Bien… ¿Ya nos vamos? – Pregunto Paul.
- No… Yo no quiero irme aun. – Dijo Andrea.
- Ya es tarde hermanita, mañana nos tenemos que levantar temprano, regresemos al hotel. – Dijo Anny.
Nos montamos al auto súper empapados, la que menos lo estaba era Andrea, a ella era la única que Paul no había masacrado tirándola al agua.
Al llegar enseguida tome una ducha, ya que estaba un poco incomoda por toda la sal en mi cuerpo, mandamos la ropa a la lavandería para mañana temprano. Estaba feliz al fin volveríamos a Seattle, y al fin podría dormir en mi cama, en mi casa, no me quejaba de los hoteles ni nada, pero mi cama me hacia gran falta.
Estaba rendida, al dejar caer mi cabeza en la almohada caí dormida, solo sentí como Paul me abrazo fuerte contra su cuerpo.
- Bella durmiente… Levántate. – Escuche decir a Paul.
- Que… ¿Ya es de Mañana? – Dije aun algo dormida.
- Si amor, anda a ducharte, en 2 horas sale nuestro avión hay que apurarse. – Dijo.
- Ok. – Respondí.
Me bañe, y en ese momento vino a mi mente la canción *Cry* de Rihanna no entendí porque, pero esa canción era mi preferida, lo que a mí me gustaba.
Al salir, todos estaban en la habitación, me dijeron ‘¿Lista para regresar a casa?’ y yo en seguida respondí que sí.

jueves, 28 de octubre de 2010

26. En Orlando.



Pasó un día, afortunadamente ya estábamos en Orlando, las hermanas de Paul estaban muy emocionadas, yo también lo estaba pero para mí lo más importante era Paul, el resto del mundo no importaba si estaba junto a él.
Al estar allí, paseamos muchísimo, nos quedamos en un hotel cerca de Disney, nos divertimos mucho, sobre todo Andrea, ella era la que mas disfrutaba de nuestra experiencia en el parque. Yo anduve estrenando ropa en toda mi estadía en la ciudad, hasta el traje de baño, al nadar con delfines, eso fue lo que yo mas disfrute, desde pequeña siempre quise hacer eso, los delfines llenan a todos de paz y yo no era la excepción, no volví a tener esos sueños durante nuestro viaje pero sé que ella aun seguía hay, sabía que estaba cerca, y eso me preocupaba.
Luego de unos dos días nos regresaríamos a Seattle, Anny solo hablaba de que quería irse en avión, no importaba si tenía que dejar el auto en donde fuera, no quería seguir viajando así, parece que a ella, más que a Paul, Andrea y a mi le afecto el viaje, a pesar de lo fuerte que era por el hecho de ser una vampira.
- Amor, ya se nos acabaran nuestras vacaciones. – Dijo Paul que estaba a mi lado acostados viendo la tv.
- Si. – Respondí algo seca.
- ¿La pasaste bien? – Quiso saber, supe enseguida que la pregunta tenía que ver con mi ‘si’ tan poco expresivo.
- Amor, la pase estupendo, esto es lo más maravilloso que he hecho en toda mi vida. – Le respondí dándole un fuerte abrazo.
- ¿Estás segura? – Pregunto algo dudoso.
- Claro que sí. Pero creo que ya me canse de viajar tanto je.je – Dije con voz exhausta.
- Tranquila, Ya lo sabes, Anny está planeando regresarnos a Seattle en avión, no sé que planea hacer con su auto, no creo que lo valla a dejar botado. – Dijo entre risas.
- Está bien, sabes Paul… - Pause – Eres Mío.
- Claro que soy tuyo, ¿a qué viene eso? – Respondió.
- No lo sé, estaba pensando en mis sueños, sé que no los he vuelto a tener, pero me preocupa. – Dije.
- Tonta, sabes que jamás te podrán separar de mí. – Respondió Orgulloso.
Lo abrace tan fuerte como pude, pero él me devolvió un abrazo muchísimo más fuerte, claro, el era como un súper héroe, yo no, yo era una debilucha.
- Sabes… Extraño mi Piano. – Le dije de repente.
- Sé que si, pronto lo tocaras de nuevo, y yo te tocare una canción, una… nueva canción. – Dijo guiñándome el ojo.
- ¿Así? Bueno ya espero a llegar para escucharla. – Dije.
Hablamos durante un buen rato, esa noche llame a mis padres y les dije que dentro de un día nos regresaríamos, a ellos aun les quedaban siete días en el crucero, me quedaban esos días, para pasarlos junta a mi vampiro y mi piano.

Llego la mañana, estábamos en el hotel, Paul no se molesto en despertarme, yo lo hice sola, ya mañana en la mañana partiríamos a Seattle, estaba triste porque ya se acababa nuestro viaje, pero feliz porque ya regresaríamos a casa.
- Sol Cariño… ¿Quieres Desayunar? – Pregunto Paul de repente.
- Bueno Amor, No Tengo Mucha Hambre, pero… ¿Vamos a salir?
- Si, iremos a dar un último recorrido por la ciudad, y Anny quiere comprarle unos recuerdos para sus ‘amigas’ – Al decir amigas se noto como su tono cambiaba de un tono frustrante a uno amargado. – Ah y los boletos de Avión. – Añadió con emoción.
- ¿Sí? ¿Se decidió? – Pregunte.
- Pues sí, yo le mencione, que en algunos aviones abordaban autos, así que no abría problema en que subieran su auto al avión. – Pauso – Creo que ella ya salió a hacer eso.
- ¿Tan Temprano? – Dije sin saber la hora.
- Cariño son las 10 de la mañana. – Respondió entre risas mi novio.
- No te creo – Dije con sorpresa - ¿y Andrea? – Pregunte.
- También creo que fue con Anny, no creo que la allá dejado quedarse sola en la habitación, tu sabes lo paranoica que es mi Hermana. – Explico Paul.
- Pero mira quien lo dice, el que se sienta en la tapa del retrete para no dejarme sola en el baño. – Dije Alardeando.
- Me tomaste el pelo – Dijo Decepcionado.
- Sabes que te quiero. – Le dije sacándole la lengua.
- Yo no te quiero. – Me puso seria, y al ver mi expresión me guiño el ojo. – Yo te Amo.
Lo abrace, me levante y me di una ducha, con el sermón que le di sobre lo paranoico que era, no se metió al baño, pero si no lo hubiese sermoneado lo hubiese hecho.