jueves, 11 de noviembre de 2010

33. Tema Inesperado



Pasaron los días, ya solo faltaban tres días más para que mis padres llegaran, mis ojos había recuperado un tono normal, no el mismo todo de cuando solía ser humana, ahora estaban un poco más claros, todo había marchado bien, todas las noches iba a casa de Paul sin tener que usar el auto, nos reuníamos toda la… familia a ver televisión o a simplemente charlar; ahora tenía mucho tiempo de sobra, ya no necesitaba dormir, o otras necesidades, todo había desaparecido con el hecho de convertirme en vampiro, ya está acostumbrada, era una vida, una nueva y buena vida.

Todo había salido tan bien… incluso mejor que si lo hubiésemos planeado, Paul todos los días me recordaba lo mucho que me amaba y me decía que ahora nuestro amor era y seria eterno.

- Sol. – Escuche decir entre todos mis pensamientos, voltee y era Andrea.

- ¡Andrea! –dije con tono de emoción.

- ¡Sol! – dijo repitiendo mi nombre.

- ¿Qué pasa Andrea? – le pregunte después de unas cuantas risas entre las dos.

- Ah… déjame recordar. – Dijo mientras ponía cara de pensativa. – Ah sí ya lo recuerdo, dice Paul que… ¿si quieres ir a tocar un poco en el piano?

- Eso no se pregunta. – Dije mientras caminaba hacia la sala donde estaban Anny y Paul sentados charlando alrededor del piano.

Mire a Paul con cara de picara, y el, guiño un ojo, me senté al piano y empecé a tocar.

Andrea se quedo dormida antes de terminar de tocar una tercera melodía, y Anny se levanto a llevarla a su habitación.

- Está creciendo rápido. – le insinué a Paul, mientras me levantaba.

- Lo sé, pronto cumplirá diez y seis años, Anny y yo queremos hacerle una fiesta, pero no se nos ocurre nada. – me explico.

- ¿Quieren que ayude? – pregunte.

- Sería perfecto. – escuche decir a Anny detrás de mí.

A penas me di cuenta como llego allí, pero esa era otras de las ventajas de ser vampiro… la velocidad.

- Muy Bien, ¿Por dónde empezamos? – Quise saber.

- Tenemos que conseguir un lugar donde hacerla. – Dijo Anny.

- Hermana, aquí es perfecto, la casa es grande, me imagino que todos sus amigos cabrán. – Dijo Paul señalando cada rincón de la casa.

- Es cierto Anny, esta casa es grande. – Dije al ver la mala cara que puso Anny al escuchar las palabras de mi hermoso vampiro.

- No quería hacerla aquí, pero bueno eso me trae ventajas, puedo decorar más rápido. – Dijo.

- Muy bien, ella cumple años el veinte de agosto, estamos a catorce. – Dijo Paul

- ¿Por qué esperaron Tanto? – Dije.

- Somos Vampiros. – Dijo Anny recordándomelo.

- Oh cierto, no me acordaba de nuestra perfección. – Insinué mirándome de arriba abajo.

En eso Paul me saco la lengua y me abrazo.

Pasamos toda la noche hablando sobre la fiesta de Andrea, todo seria en tema egipcio, a la hermana menor de Paul, le encantaba todo lo que tuviera que ver con Egipto, así que nos pareció una buena idea, sería perfecto para que Andrea se vistiera de Cleopatra. Sus mejores amigas y amigos tenían que venir vestidas como súbditos, los demás solo tendrían que venir disfrazados. Todos nos repartimos el trabajo, Anny se encargaría de la decoración, Paul de la comida, y yo… del atuendo que llevaría mi no tan pequeña cuñada.

Esa tarde me fui a mi casa, Paul me acompaño, y como todas las tardes/noches nos poníamos a ver televisión, antes, en mi vida humana el me cocinaba, no sabía porque, pero a pesar de ser un vampiro que no se alimenta de ese tipo de comida… la hacía muy bien.

Miramos C.I.S, a los dos nos encantaba ese programa, pero en una de las escenas, hubo algo que me hizo pensar, ‘una escena de sexo’, yo aun era virgen, y todavía no planeaba dejar de serlo, tenía una promesa de castidad, lo que significada que no podía tener sexo hasta casarme; pero en ese momento pensé en Paul, ¿A él le haría falta eso? ¿Acaso no le molestaba que yo no fuera capaz de hacerlo?, también recordé que pasamos todas las vacaciones juntos, y el fue muy respetuoso conmigo.

De repente el me interrumpió al ver mi cara de trauma.

- Sol, Amor, ¿Qué piensas? – Quiso saber.

- No nada Paul, Tranquilo, cosas. – Le dije.

- ¿Cosas? ¿Qué tipo de… Cosas? – Dijo al escuchar el tono con el que pronuncie, ‘Cosas’.

- Paul, no me hagas decirlo, por favor. – Casi le rogué, pero al ver su cara de burla me enoje un poco. – No te rías… ¿De qué ríes?, no he dicho nada gracioso… o ¿si?

- Es que tu cara no refleja ser… nada, así que me acabo de imaginar lo peor. – Dijo entre risas.

- ¿Lo peor? ¿Qué quieres decir? – Exigí saber.

- No lo sé, cierto que tiene que ver con… ¿Eso que acaba de pasar en la tv? – Dijo Aun entre risas.

- Tal vez. – Dije encaprichada.

- Oh Amor, tonta. – Dijo mientras se acercaba para abrazarme.

No volvimos a hablar del tema, aun faltaba mucho para recorrer; nos quedamos congelados mirando la tv, esta vez lo cambiamos a Fox para ver ‘Modern Family’, un maratón que estaban pasando sobre la serie que era una comedia familiar.

lunes, 8 de noviembre de 2010

32. Hay Ventajas



Ya no había vuelta atrás, ya era una inmortal. Y Eso lo había deseado, sería feliz por siempre, junto a Paul.
Me preguntaba cómo había pasado, todo fue tan rápido, ¿de dónde había salido esa mujer? Paul y yo pensábamos que nos habíamos desecho de ella, pero no fue así, cuando menos lo esperábamos fue cuando ella llego, e intento separarnos, pero no lo logro, y ahora, ella estaba… muerta. También me pregunte como inmortal podía morir, Paul me dijo que no se lo preguntara, ¿Por qué? ¿Por qué no quería decirme?
- Sol, que tal si vamos a tu casa, hay cosas que ordenar, y… no sé después, podemos salir, a alguna parte. – Me invito mi querido vampiro.
- Bueno Vamos. – Dije mientras abría la puerta principal.
- ¿Vamos en auto? – Pregunto alzando una ceja.
- Quiero ser lo más normal posible. – Mencione.
- Está bien. – Pauso. – Yo Conduzco.
- Paul – Dije poniendo puchero. – Es mi auto.
No me respondió, solo se subió al asiento del piloto y bueno, no me dejo opción, el condujo.
Al llegar a mi casa, entre directo a la cocina, y vi encima del mesón aun la ‘comida’ que me había dejado la vampira que ya no existía.
- Paul esta es tu letra, ¿Cómo…?
- No esa no es mi letra, es la de ella, solo que, trato de hacerla igual y lo… logro, no por completo… yo no escribiría ‘sé que estas extrañada’ de esa forma. – Dijo Corrigiendo.
- Botemos esto ¿sí? – Añadí.
Le hable un momento a mis padres, para ver como estaban, y ya estaban contentos de regresar, yo no sabía cómo reaccionar cuando llegaran ¿Notarían el cambio?
Mis ojos en este momento era de un naranja pálido, Paul me había dicho de dentro de unos 3 días regresarían a su color natural, hoy saldríamos, aun no sabíamos a donde.
Fui a darme un ducha, y sentía el agua como hielo sobre mi nueva piel, pero luego se sintió tan refrescante como el vaso con… sangre, que Paul me había dado esa mañana.
Me vestí rápido, me puse unos legins negros con una camisa larga blanca, deje mi cabello húmedo y baje las escaleras, el estaba allí esperando.
- Pero que hermosa mi Querida Sol. – Se que si aun fuera humana me hubiese sonrojado.
- ¿No extrañas que me ponga roja por cada palabra que sale de tu boca?
- Amor, no trato de extrañarlo, porque ahora estarás conmigo en la eternidad. – Dijo decidido.
- Gracias, ¿Paul Me veo bien como vampira? – Quise saber, aunque para mi… era perfecta, algo que yo, jamás hubiese querido ser, la perfección no lo era todo, pero el ser vampiro constaba de algunas ventajas.
- Amor, eres Hermosa, aun mas que antes, ven aquí… - Dijo jalándome hacia él.
Me dio un beso, mi primer beso como inmortal, el beso más rico que pude apreciar, ya sus labios no se sentían tan fríos como yo lo recordaba, ahora eran cálidos.

jueves, 4 de noviembre de 2010

31. Una Nueva Vida



Desperté, ¿en dónde estoy? Mire hacia mí alrededor, me encontraba acostada, en una habitación azul, había una mesa de noche al lado de la cama donde yo me encontraba, pero ¿Dónde estaba? ¿Qué era esto?

Me sentía extraña, no podía moverme, cerré mis ojos intentando levantarme, pero no podía, en mi pecho, había un dolor muy intenso, como si me estuviera quemando.

- Despertó. – Escuche una voz femenina, me parecía muy familiar, pero mi mente estaba borrosa.
Escuche el ruido de una puerta abriéndose, enseguida abrí los ojos, y lo primero que vi, fue a mi esplendoroso vampiro, el cual, el cual había desaparecido momentos atrás, pero… ¿Qué hacía allí? ¿Qué estaba pasando?
- Sol… ¿Te encuentras bien?, ¿Cómo te sientes? – Escuché su voz, su melodiosa voz.
- Paul. – Fue lo único que alcance a decir exhausta.
- Tranquila estarás bien. Espera un momento traeré algo. – Dijo saliendo de la habitación.
Moví la cabeza hacia la puerta, era lo único que podía mover, lo vi entrar con un vaso en su mano, y detrás de, el, Anny venía con cara de preocupación.
- Bebe esto. – Dijo.
Sentí un ardor en mi garganta al tragarme lo que mí apuesto vampiro me había dado de beber, ¿Qué era eso?, era un sabor distinto para mí.
- ¿Qué es eso? – Por fin alcance a decir.
- Sangre. – Dijeron Paul y Anny en coro.
¿Sangre? ¿Sangre? Que estaba ocurriendo, ¿Por qué?, ¿Qué había pasado?
- Sé que no entiendes que está pasando Querida, pero pronto te explicare ¿sí? – Dijo Paul al ver mi expresión horrorizada. – Es sangre, de animal.
Al escuchar sus palabras, a mi mente solo vino una cosa, me había transformado, ¿Había sido él? O ¿Esa mujer?
Sentí rápidamente una corriente sobre mi cuerpo, y al fin puede moverme, me senté, fue lo primero que hice, y al hacerlo, vi el espejo que estaba delante de mí, yo… estaba diferente, tenía el rostro mucho mas pálido que lo de costumbre, y me estremecí, era… Hermosa.
- Si Amor, eres una de las nuestras. – Dijo Paul.
- No entiendo nada, ¿Como Paso? – Pregunte muy confundida.
- Cuando ella se te lanzo encima, te hizo demasiado daño, yo llegue en ese instante, si supieras todo lo que esa mujer me hizo pasar, pero nos libramos de ella. – Dijo.
- ¿Cómo que nos libramos? ¿Pero como llegue a esto? – Hice dos preguntas, quería las respuestas ya.
- Esta muerta, no preguntes como, Sol, como humana no ibas a sobrevivir a todos los daños que ella te causo, no me quedo de otra que… transformarte. – Culmino.
- ¿Por qué desapareciste así? – Exigí saber, necesitaba una explicación.
- Ella fue a tu casa, cariño, la aleje de tu casa lo antes posible, antes de que tú te despertaras, pero ella sabía que haría eso y me tendió una trampa. - El hizo un gesto de pocos amigos. – Lo lamento, no tengo excusas, yo no te podía dejar sola, lo lamento.
No le respondí, me levante, y lo abrace muy fuerte, por primera vez experimente una gran fuerza en mi interior. Yo, ya no era humana.
- ¿Qué pasara con mis padres? – Pregunte al pensar en que ya no era la misma Sol de Antes.
- Anny, Trae a Andrea. – Dijo Paul en voz muy alta.
Andrea entro por la puerta y me miro fijamente a los ojos.
- Pensé que ibas a morir Sol, fue mi culpa si yo no hubiese hablado Anny se hubiese quedado contigo. – No pude evitar mirar en su cuello las marcas de las manos de aquella mujer, la había lastimado, no era culpa de ella lo que me paso a mí, era mi culpa, era el destino, no lo sabía.
- Oh Andrea. – La abrace. – No fue tu culpa.
Pude ver como todo paso, Paul llamo a Andrea para demostrarme que era lo suficientemente capaz de controlarme en frente de un humano.
- ¿Cuánto Tiempo ha Pasado? – Pregunte.
- Dos días. – Respondió Anny.
- Hoy es… - Dije esperando a que alguien me dijera.
- 3 de Agosto. – Afirmo Andrea.
Paul me tomo en sus brazos y me llevo hacia afuera, estábamos en su casa, pero esa habitación no la había visto nunca antes.
- Faltan catorce días para que tus padres regresen, estoy seguro que podrás controlarte lo suficiente. – Hizo una Pausa. – Te Amo Sol, lamento todo esto, fue sin tu consentimiento, pero no me quedo otra opción.
- Mis padres algún día se darán cuenta de que no cambio, ¿Qué Pasara ese Día? – Dije a Paul, solo pensando en mis padres.
- Amor, tranquila, no sé que pasara cuando llegue ese día, pero esperemos que no llegue, por ahora no hay que pensar en eso. – Me explico
- Paul Te Amo. – Le dije, yo quería ser inmortal, yo lo estaba planeando pero… faltaban aun tres meses para que yo cumpliera los diez y nueve, me había congelado en los diez y ocho, era perfecto, el sueño de cualquier mujer, pensé, pero no lo había planeado así, Paul y yo ya habíamos hablado sobre eso y habíamos acordado que mi transformación seria un mes antes de mi cumpleaños.

lunes, 1 de noviembre de 2010

30. Una Trampa... ¿ Paúl donde Estas?



- Hola… - Oh Dios está bien, pensé. – Te has comunicado al teléfono de Paul Clanwderd en este momento no te puedo atender.
Me había aliviado hasta que supe que era su contestadora, acelere bruscamente el auto, camino hacia la casa de los Clanwderd, ¿Qué rayos estaba pasando?


Me estacione frente a la casa, pensaba *`Por Dios Que Ya Este Allí, Por Favor*
Se abrió la puerta antes de llegar a ella, escuche un llanto, Era Andrea, Anny le rogaba que por favor se calmara, pero ella tampoco estaba calmada, caminaba de un lado al otro.
- ¿Quién Abrió la puerta? – Pregunte, sabiendo que eso no era lo importante en este momento.
- Fui Yo. – Escuche esa voz a mis espaldas.
No quise volverme para ver, esa era la voz de mis sueños, o mis… pesadillas, pedía a Dios que esto no estuviera pasando pero…
Anny me miro con angustia, Andrea sollozaba con las manos en su rostro, yo solo me preguntaba ¿Dónde estaba Paul? El dijo que me cuidaría siempre pero no estaba allí ¿Qué le había Pasado? ¿Acaso ella le había hecho algo?
- ¿No piensas voltearte? O… ¿De eso también me tengo que encargar yo? – Dijo la Voz.
- Cállate, y dime donde esta Mi Novio. – Dije volteándome, y acentuando cada una de las silabas de las palabras ‘Mi Novio’
- ¿Tu Novio? No sé bien de quien hablas. – Dijo con tono de juego. – Ah… ¿te refieres a Paul?
- Dije que te callaras, lo único que puedes decir es DONDE ESTA. – Dije con tono de furia.
No me respondió, Anny enseguida voló hacia donde yo me encontraba y me tomo del brazo.
- No quieres meterte en esto o ¿sí? – Le dijo ella a Anny.
- Ella es parte de mi Familia, Al Igual que Paul. – Pauso al hacer un gruñido – Responde… ¿Dónde está mi Hermano?
- Por cierto… Sol, no desayunaste… - Dijo, y yo enseguida recordé. – Si lo Hubiese hecho, que fácil hubiese sido deshacerme de ti.
Anny, no dejo que respondiera.
- Déjala en Paz, Responde ¿Dónde está PAUL?
- Hay pero que poco sociales son, ¿no quieren que me una a su familia? – Respondió Aquella mujer, que con cada palabra hacía que mi estomago se retorciera una y otra vez.
Andrea se levanto del sillón, y seco sus lágrimas.
- ALEJATE DE NOSOTROS, MI HERMANO NO TE QUIERE, ALEJATE DE EL, DEJANOS EN PAZ. – Grito Andrea desde donde estaba parada.

Aquella mujer se le acerco tan rápido que ni si quiera Anny pudo detenerla, Tomo a Andrea por el cuello, la miro fijamente a los ojos y la dejo caer, como si eso no hubiese sido importante.
Anny estaba paralizada, a ver a su hermana en el piso esta vez llorando de dolor, se le acerco a toda velocidad, dejándome a mí a otro lado de la habitación, la mujer volteo y me miro con aquellos ojos rojos como la misma sangre, sedientos.
- ¿Qué es lo que quieres? – Exigí saber.
- Quiero A Paul eso quiero, pronto estará aquí y tú le dirás que no quieres saber más de él. – Dijo.
- ¿Estás Loca? El es la persona a quien más amo en este mundo, y nada, ni nadie, Si quiera TÚ podrás separarme de EL, no esta vez. – Dije refiriéndome así, a mi pasado.
- ¿Quieres Apostarlo? – Dijo, es lo último que recuerdo, ella se abalanzo hacia mí.