jueves, 28 de octubre de 2010

26. En Orlando.



Pasó un día, afortunadamente ya estábamos en Orlando, las hermanas de Paul estaban muy emocionadas, yo también lo estaba pero para mí lo más importante era Paul, el resto del mundo no importaba si estaba junto a él.
Al estar allí, paseamos muchísimo, nos quedamos en un hotel cerca de Disney, nos divertimos mucho, sobre todo Andrea, ella era la que mas disfrutaba de nuestra experiencia en el parque. Yo anduve estrenando ropa en toda mi estadía en la ciudad, hasta el traje de baño, al nadar con delfines, eso fue lo que yo mas disfrute, desde pequeña siempre quise hacer eso, los delfines llenan a todos de paz y yo no era la excepción, no volví a tener esos sueños durante nuestro viaje pero sé que ella aun seguía hay, sabía que estaba cerca, y eso me preocupaba.
Luego de unos dos días nos regresaríamos a Seattle, Anny solo hablaba de que quería irse en avión, no importaba si tenía que dejar el auto en donde fuera, no quería seguir viajando así, parece que a ella, más que a Paul, Andrea y a mi le afecto el viaje, a pesar de lo fuerte que era por el hecho de ser una vampira.
- Amor, ya se nos acabaran nuestras vacaciones. – Dijo Paul que estaba a mi lado acostados viendo la tv.
- Si. – Respondí algo seca.
- ¿La pasaste bien? – Quiso saber, supe enseguida que la pregunta tenía que ver con mi ‘si’ tan poco expresivo.
- Amor, la pase estupendo, esto es lo más maravilloso que he hecho en toda mi vida. – Le respondí dándole un fuerte abrazo.
- ¿Estás segura? – Pregunto algo dudoso.
- Claro que sí. Pero creo que ya me canse de viajar tanto je.je – Dije con voz exhausta.
- Tranquila, Ya lo sabes, Anny está planeando regresarnos a Seattle en avión, no sé que planea hacer con su auto, no creo que lo valla a dejar botado. – Dijo entre risas.
- Está bien, sabes Paul… - Pause – Eres Mío.
- Claro que soy tuyo, ¿a qué viene eso? – Respondió.
- No lo sé, estaba pensando en mis sueños, sé que no los he vuelto a tener, pero me preocupa. – Dije.
- Tonta, sabes que jamás te podrán separar de mí. – Respondió Orgulloso.
Lo abrace tan fuerte como pude, pero él me devolvió un abrazo muchísimo más fuerte, claro, el era como un súper héroe, yo no, yo era una debilucha.
- Sabes… Extraño mi Piano. – Le dije de repente.
- Sé que si, pronto lo tocaras de nuevo, y yo te tocare una canción, una… nueva canción. – Dijo guiñándome el ojo.
- ¿Así? Bueno ya espero a llegar para escucharla. – Dije.
Hablamos durante un buen rato, esa noche llame a mis padres y les dije que dentro de un día nos regresaríamos, a ellos aun les quedaban siete días en el crucero, me quedaban esos días, para pasarlos junta a mi vampiro y mi piano.

Llego la mañana, estábamos en el hotel, Paul no se molesto en despertarme, yo lo hice sola, ya mañana en la mañana partiríamos a Seattle, estaba triste porque ya se acababa nuestro viaje, pero feliz porque ya regresaríamos a casa.
- Sol Cariño… ¿Quieres Desayunar? – Pregunto Paul de repente.
- Bueno Amor, No Tengo Mucha Hambre, pero… ¿Vamos a salir?
- Si, iremos a dar un último recorrido por la ciudad, y Anny quiere comprarle unos recuerdos para sus ‘amigas’ – Al decir amigas se noto como su tono cambiaba de un tono frustrante a uno amargado. – Ah y los boletos de Avión. – Añadió con emoción.
- ¿Sí? ¿Se decidió? – Pregunte.
- Pues sí, yo le mencione, que en algunos aviones abordaban autos, así que no abría problema en que subieran su auto al avión. – Pauso – Creo que ella ya salió a hacer eso.
- ¿Tan Temprano? – Dije sin saber la hora.
- Cariño son las 10 de la mañana. – Respondió entre risas mi novio.
- No te creo – Dije con sorpresa - ¿y Andrea? – Pregunte.
- También creo que fue con Anny, no creo que la allá dejado quedarse sola en la habitación, tu sabes lo paranoica que es mi Hermana. – Explico Paul.
- Pero mira quien lo dice, el que se sienta en la tapa del retrete para no dejarme sola en el baño. – Dije Alardeando.
- Me tomaste el pelo – Dijo Decepcionado.
- Sabes que te quiero. – Le dije sacándole la lengua.
- Yo no te quiero. – Me puso seria, y al ver mi expresión me guiño el ojo. – Yo te Amo.
Lo abrace, me levante y me di una ducha, con el sermón que le di sobre lo paranoico que era, no se metió al baño, pero si no lo hubiese sermoneado lo hubiese hecho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario