jueves, 4 de noviembre de 2010

31. Una Nueva Vida



Desperté, ¿en dónde estoy? Mire hacia mí alrededor, me encontraba acostada, en una habitación azul, había una mesa de noche al lado de la cama donde yo me encontraba, pero ¿Dónde estaba? ¿Qué era esto?

Me sentía extraña, no podía moverme, cerré mis ojos intentando levantarme, pero no podía, en mi pecho, había un dolor muy intenso, como si me estuviera quemando.

- Despertó. – Escuche una voz femenina, me parecía muy familiar, pero mi mente estaba borrosa.
Escuche el ruido de una puerta abriéndose, enseguida abrí los ojos, y lo primero que vi, fue a mi esplendoroso vampiro, el cual, el cual había desaparecido momentos atrás, pero… ¿Qué hacía allí? ¿Qué estaba pasando?
- Sol… ¿Te encuentras bien?, ¿Cómo te sientes? – Escuché su voz, su melodiosa voz.
- Paul. – Fue lo único que alcance a decir exhausta.
- Tranquila estarás bien. Espera un momento traeré algo. – Dijo saliendo de la habitación.
Moví la cabeza hacia la puerta, era lo único que podía mover, lo vi entrar con un vaso en su mano, y detrás de, el, Anny venía con cara de preocupación.
- Bebe esto. – Dijo.
Sentí un ardor en mi garganta al tragarme lo que mí apuesto vampiro me había dado de beber, ¿Qué era eso?, era un sabor distinto para mí.
- ¿Qué es eso? – Por fin alcance a decir.
- Sangre. – Dijeron Paul y Anny en coro.
¿Sangre? ¿Sangre? Que estaba ocurriendo, ¿Por qué?, ¿Qué había pasado?
- Sé que no entiendes que está pasando Querida, pero pronto te explicare ¿sí? – Dijo Paul al ver mi expresión horrorizada. – Es sangre, de animal.
Al escuchar sus palabras, a mi mente solo vino una cosa, me había transformado, ¿Había sido él? O ¿Esa mujer?
Sentí rápidamente una corriente sobre mi cuerpo, y al fin puede moverme, me senté, fue lo primero que hice, y al hacerlo, vi el espejo que estaba delante de mí, yo… estaba diferente, tenía el rostro mucho mas pálido que lo de costumbre, y me estremecí, era… Hermosa.
- Si Amor, eres una de las nuestras. – Dijo Paul.
- No entiendo nada, ¿Como Paso? – Pregunte muy confundida.
- Cuando ella se te lanzo encima, te hizo demasiado daño, yo llegue en ese instante, si supieras todo lo que esa mujer me hizo pasar, pero nos libramos de ella. – Dijo.
- ¿Cómo que nos libramos? ¿Pero como llegue a esto? – Hice dos preguntas, quería las respuestas ya.
- Esta muerta, no preguntes como, Sol, como humana no ibas a sobrevivir a todos los daños que ella te causo, no me quedo de otra que… transformarte. – Culmino.
- ¿Por qué desapareciste así? – Exigí saber, necesitaba una explicación.
- Ella fue a tu casa, cariño, la aleje de tu casa lo antes posible, antes de que tú te despertaras, pero ella sabía que haría eso y me tendió una trampa. - El hizo un gesto de pocos amigos. – Lo lamento, no tengo excusas, yo no te podía dejar sola, lo lamento.
No le respondí, me levante, y lo abrace muy fuerte, por primera vez experimente una gran fuerza en mi interior. Yo, ya no era humana.
- ¿Qué pasara con mis padres? – Pregunte al pensar en que ya no era la misma Sol de Antes.
- Anny, Trae a Andrea. – Dijo Paul en voz muy alta.
Andrea entro por la puerta y me miro fijamente a los ojos.
- Pensé que ibas a morir Sol, fue mi culpa si yo no hubiese hablado Anny se hubiese quedado contigo. – No pude evitar mirar en su cuello las marcas de las manos de aquella mujer, la había lastimado, no era culpa de ella lo que me paso a mí, era mi culpa, era el destino, no lo sabía.
- Oh Andrea. – La abrace. – No fue tu culpa.
Pude ver como todo paso, Paul llamo a Andrea para demostrarme que era lo suficientemente capaz de controlarme en frente de un humano.
- ¿Cuánto Tiempo ha Pasado? – Pregunte.
- Dos días. – Respondió Anny.
- Hoy es… - Dije esperando a que alguien me dijera.
- 3 de Agosto. – Afirmo Andrea.
Paul me tomo en sus brazos y me llevo hacia afuera, estábamos en su casa, pero esa habitación no la había visto nunca antes.
- Faltan catorce días para que tus padres regresen, estoy seguro que podrás controlarte lo suficiente. – Hizo una Pausa. – Te Amo Sol, lamento todo esto, fue sin tu consentimiento, pero no me quedo otra opción.
- Mis padres algún día se darán cuenta de que no cambio, ¿Qué Pasara ese Día? – Dije a Paul, solo pensando en mis padres.
- Amor, tranquila, no sé que pasara cuando llegue ese día, pero esperemos que no llegue, por ahora no hay que pensar en eso. – Me explico
- Paul Te Amo. – Le dije, yo quería ser inmortal, yo lo estaba planeando pero… faltaban aun tres meses para que yo cumpliera los diez y nueve, me había congelado en los diez y ocho, era perfecto, el sueño de cualquier mujer, pensé, pero no lo había planeado así, Paul y yo ya habíamos hablado sobre eso y habíamos acordado que mi transformación seria un mes antes de mi cumpleaños.

1 comentario:

  1. Lalalala... estoy aburrida, pero no es por tu novela. de verdad me gusta. no se que me pasa. CONTINUA!

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