sábado, 17 de julio de 2010

2do Capitulo. Descubriendo a Paul


Esta historia tendrá un gran cambio, Sol Narrara.
Que está pasando, acaso mi vida no era lo que yo pensé, así como decía la carta, pero quien la había escrito. El solo hecho de pensar que había sido Paúl me ponía la piel tensa, como sabia donde vivía, como entro a mi cuarto, y… como sabia que ya había investigado sobre el piano, eso lo tenía que averiguar, el ocultaba algo y yo lo tenía que saber. Paul Mendelssohn, era demasiada coincidencia que el dueño, el dueño antiguo de mi piano tuviera por nombre Paul, Como el chico que recién llego al instituto. Lo iba a averiguar todo.
Pase casi toda la noche en vela, pero ya era de mañana y tenía que llegar lo antes posible al instituto, sabía que él me estaba esperando. Baje de inmediato las escaleras después de ducharme y vestirme, estaba lista, tenía algo de miedo por no saber a lo que me iba a enfrentar, pero tenía que saberlo.
El instituto estaba vacío solo estaba un pequeño auto azul y el mío. Al Bajarme de mi auto vi como se abría la puerta del auto azul, vi el rostro de Paul, me acerque a él y tome un respiro.
- ¿Que se supone que eres? ¿Qué estas Ocultando? – Le dije.
- Yo a ti, no te he ocultado nada, dije que tenías que averiguar el resto, o… ¿prefieres que yo te lo diga? – Me dijo en un tono áspero.
- Dímelo, ya no se qué pensar, tú, ¿tú eres Paul Mendelssohn? – Le pregunte con miedo a que dijera que sí, porque, ¿qué otra cosa podía preguntar?
- No, ese Paul Murió, Ahora soy Paul Clanwderd – Me respondió.
- Pero… ¿cómo? No entiendo. – Le dije.
- Pues el que tú dices, decidió morir hace más de 160 años, decidió entregarse a una mujer que lo estaba utilizando. – Dijo
- Sigo sin entender, como sabes eso, ¿eras él?
- Si, lo era, pero ella hizo que todo cambiara. Luego conocerás bien la historia. – Me dijo, como con intensiones de ser mi amigo.
- Pero, ¿por qué no ahora?
- Porque no estás lista. Pero tú me hiciste una pregunta hace un rato, que, que se suponía que era yo. ¿Quieres Saberlo Ya? – Me pregunto.
- Si, ¡dilo!
- La creatura más extraña del planeta, ¡JAJA es broma! Soy vampiro. – Me dijo.
- Ya va ¿cuál es la broma? ¿Eres vampiro? Esas cosas no existen. – Le dije.
- ¿Pues como crees que he vivido más de un siglo si no soy vampiro?, porque crees que esa mujer cambio todo en mi vida, yo era un simple mortal, ella lo cambio.- Me dijo.
- No sigas hablando de tu historia pasada porque dijiste que aun no estaba lista, y tienes razón.
Ya los alumnos estaban llegando al instituto, pero eso no detuvo nuestra conversación.

- Si lo sé, pero era para que pudieras entender lo que soy. – Me dijo.
- Okey! Entonces eres vampiro, ummm y como se supone que resistes estar tan cerca de un humano, o estar debajo del sol. – Dije Sin Bromas.
- JAJAJA – se le salió una carcajada – que teoría tu eres un humano y te llamas Sol.
- No lo dije en broma. – Dije enojada.
- Bueno lo de el sol es solo ficción, y lo de soportar estar tan cerca de un humano, es porque me se controlar.- Hizo una pausa – No me alimento de humanos.
- ¿A no? Y de que te alimentas si eres vampiro.
- Pues de sangre, pero no de humanos, de animales. Pero creo que soy único en eso, me refiero a que soy el único vampiro que se alimenta de sangre de animales y se resiste a la sangre humana- Me explico.
- A ok! Pero sabes vamos a entrar tarde a clases, así que deberíamos…
- Si, si ve a tu clase niña aplicada, nos vemos después. – ¿Me ofreció eso?
- Claro, me caes bien JAJA.
Pase todas mis clases pensando en todo lo que había hablado con Paul, el era un vampiro, yo aun no lo podía creer, esas cosas eran mis terrores cuando era niña y ahora había conocido a un vampiro, pero no se alimentaba de humanos, era algo raro, las historias de terror que yo solía ver no eran así, pero tal vez esta no era una historia de terror, presentía algo, algo bueno.
Cuando terminaron las clases me dirigí a la sala donde estaba mi piano, necesitaba verlo y tocar alguna melodía en el. Al entrar vi a Paul sentado en un sillón al lado del piano.
- ¿Qué haces aquí eh? Me estas persiguiendo – Le dije.
- Intento estar muy cerca de ti.- Eso me confundió.
- ¿Así? Y ¿Por qué? – le pregunte ansiosa de su respuesta.
- No lo sé, ya te dije que te estaba buscando y… - Le interrumpí.
- Por cierto. – Saque un papel de mi mochila, era la carta. – Esto es tuyo.
- No, es tuyo. – Hizo una pausa – Desde el momento en que el deje en tu cuarto, es tuya.
- Si, hablando de eso, ¿cómo entraste a mi cuarto? – Pregunte.
- JA, esa es una de las ventajas de ser vampiro, pero no me dejaste terminar dije que te estaba buscando, ya no te voy a dejar ir. – Me asusto.
- ¿Cómo que no me vas a dejar ir? A que te refieres Paul. – Exigí saber.
- Busque el amor por décadas, ya que lo deje perder por entregarme a quien no debía, pero ya te encontré a ti, y esta vez no te dejare ir. – Dijo
- ¿Amor? Pero no entiendo, porque dices eso, soy humana. – Dije.
- Si. Yo deje ir a una humana, te deje a ti, hace mucho, te deje por ELLA, porque no supe ver lo que sentías por mi pero ya estoy aquí, solo para ti- Yo no entendía nada.
- Espera, tu no me dejaste a mí, dejaste a otra mujer, tú me estas confundiendo, la que tu dejaste debió haber muerto hace mucho tiempo, no puedo ser yo, además yo no te recuerdo.- Le explique.
- Claro que no me recuerdas, Claro yo se que esa mujer murió, pero reencarno en ti. - Saco algo de su bolsillo. – Sabía que iba a necesitar esto, mírala.
- ¿Es una foto? – La mire, fue como verme a mí, pero llevaba ropa anticuada y fea. – Como Puede…
- Si, sé que no puedes entenderlo, todos reencarnan en un cuerpo pero nunca lo recuerdan y no lo saben, pero tú me tienes a mí, para descubrir tu pasado.
- Y… ¿cómo era yo? – Pregunte.
- Pues igual a como eres ahora solo que en esa época la gente vestía diferente, además ahora eres mucho mas… no lo sé tienes más coraje a enfrentarte a las cosas que antes. – Me dijo.
- ¿Ósea que yo era una miedosa? JAJAJA que horror, ¿pero hacia lo mismo que yo?
- Si, tocaba el piano tan majestuosamente como lo haces ahora…
- ¿Y cómo me has escuchado tocar? – Pregunte.
- Estuve mucho tiempo investigando sobre ti, esperando el momento exacto para llegar y decirte todo. – Respondió.
- ¿Y tú y yo… éramos… algo?
- No, pues yo no te supe valorar, pero tú estabas enamorada de mi. – Dijo.
- Ósea que tu a mi no… - me interrumpió.
- No, solo estaba confundido por aquella mujer. – Replico
- No hables de esa mujer. – Emm no entendía porque me molestaba escuchar algo que tuviera que ver con esa mujer, acaso Paul, ¿Me gustaba?
- ¿Estas… celosa? – dijo bromeando.
- ¡Claro que no!- mire el reloj – ¡oye es súper tarde!
- O cierto, tus padres deben estar preocupados – dijo.
- Si, Vámonos. – ¿por qué dije vámonos? – digo… chao, hasta mañana.
- Te acompaño hasta el estacionamiento, si quieres saber más de tu vida pasada, puedo ir luego a tu casa.
- JAJAJA bueno.
Camino al estacionamiento no dijimos nada, pero yo estaba segura de que mis sentimientos por el estaban cambiando, dios yo nunca me había enamorado, sabia los riesgos que se corrían al enamorarse y no quería correrlos, pero el sonaba tan convencido de que yo pertenecía a su vida que no sabía que pensar.

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