martes, 26 de abril de 2011

43. El Gran Día.


Había llegado el Gran Día, estábamos a veinte y dos de Diciembre, El Sol salía en el horizonte y Paul me miraba directamente a los ojos.

- No puedo dejar de contemplar el amanecer reflejado en tus ojos, Sol. –dijo Paul acercándose a rozar mis labios.- mil sensaciones me recorren al disfrutar del placer de tus besos... ansío ser Tu Esposo.

Su voz, llena de ternura, su sonido simplemente me llevaba a soñar y perderme en pensamientos de gran felicidad, Nuestro gran día había llegado.

Estuvimos contemplando nuestra belleza inmortal, hasta que Anny llamo, mi muy pequeña familia había llegado, como hubiese querido que mis padres estuvieran allí, mi madre ayudando a prepararme, aconsejándome que no estuviera nerviosa; Paul enseguida fue a su habitación, y Anny me indico que debía ir a darme una ducha… Para luego arreglarme.

Al salir de la habitación todo tenía un olor a rosas, azucenas y claveles; mis flores preferidas.

Me duche y camine a la habitación de mi piano, enseguida Anny me quito la toalla de encima, y si hubiera sido humana me hubiese puesto roja de Pies a cabeza, sin ninguna duda, Me ayudo a colocarme un corset blanco escotado por supuesto, luego con mucho cuidado me ayudo a ponerme el vestido.

- Auch. – Dije.

- ¿Qué pasa? – Pregunto Anny.

- Creo que el corset está muy ajustado. – Le dije y ella puso cara de pocos amigos.

- Sol, ¿Por qué no lo dijiste antes de empezar con el vestido? – dijo mal humorada.

- Bueno déjalo así, igual para que necesito el aire. – Dije y solté una risita.

Luego de ponerme el vestido se agacho y me jalo la pierna, me estaba poniendo el signo de mi ‘Virginidad’ aun no contemplaba la idea de casarme, en ese momento me invadieron los nervios.

- Sol Tranquilízate – Dijo Anny. – Vamos a Maquillarte.

- ¿Dónde está Paul? – Dije.

- A juzgar por el sonido del motor fuera de la casa, Supongo que debe estar saliendo en su auto hacia la iglesia. – Dijo

Eso me puso más nerviosa, faltaba cada vez menos, Anny me maquillo y peino haciendo risos en mi cabello castaño me puso una pequeña tiara y termino con el velo.

Después de terminar conmigo se arreglo ella y Andrea, cada minuto me parecía una eternidad, tenía ansiedad y nerviosismo.

Tardaron una hora exactamente y llegaron a buscarme, sus vestidos era cortos y azules, combinando perfectamente con el color de ojos de Paul.

- ¿Vamos? – Dijo Andrea en coro junto a Anny mientras las dos me tendían la mano.

- Estoy nerviosa. – Alcance a decir.

- Lo sabemos, pero cuando entres a esa iglesia, solo serán Paul y tu, no olvides eso, Sol. – Dijo Anny.

Eso me tranquilizo mucho.

Bajamos las escaleras, la casa estaba muy bien decorada, no me imagina como podía estar la iglesia, las chicas no me habían permitido salir del cuarto para ver todo, y ahora lo estaba contemplando todo con gran fascinación. Al llegar a la puerta de entrada tome aire, aunque me costó un poco, a causa del corset; Andrea Abrió la puerta y salimos, En frente de la casa estaba Un Auto que parecía haber sido sacado de una película antigua, eso sin duda era idea de Paul, el siglo diez y nueve ¿cómo no me lo imagine?

Subimos al auto y emprendimos camino a la iglesia, ignore completamente la gente que nos quedaba mirando, ya que sus miradas eran como si contemplaran a dioses, no solo nos miraban a Anny y a mí, también a Andrea que a pesar de que no fuera inmortal lucia una belleza impecable.

Al llegar a la iglesia entramos por un pasillo, y Anny hizo una señal a Axel que vino corriendo a donde estábamos, quedó mirando a Andrea como la primera vez que la vio, pero luego volvió su mirada hacia mí.

- Sol, Woo que hermosa estas, si Paul no fuera vampiro le daba un infarto al verte caminar por ese pasillo. – Me dijo.

- Gracias. – Dije medio ahogada.

Anny dio otra señal y empezaron a tocar en el piano ‘Hello’ pero también un chico y una chica la estaban cantando. Era mi momento, Axel me tomo del brazo y en un segundo aparecimos en la entrada de la iglesia con Anny, Andrea y mi Prima que era la madrina, delante de nosotros.

- No te vayas a caer. – Me dijo Axel.

- Si Axel, eso me relaja mucho. – Le dije riendo.

Empezamos la marcha, y todos voltearon a vernos, solo encontré seis rostros conocidos entre toda la gente. Pero en seguida solo uno llamo mi atención, y fue el rostro de Paul, que sonriendo me miraba.

Empezaron a Tocar y cantar ‘I Need You Now’ justo al llegar al altar, Axel me entrego a Paul, yo contemple sus ojos azules cielo y baje la mirada; este con su mano subió mi barbilla y en ese instante no me importa nada mas, solo Estábamos Paul y Yo.

Durante toda la ceremonia busque a Paul con los ojos, Pero tenía que concentrar mi atención en las palabras del sacerdote.

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