jueves, 2 de septiembre de 2010

20. Fastidiando A Sus Hermanas


Nos montamos al auto y yo entable una charla con Andrea mientras Paul y Anny discutían, sin duda eran hermanos JAJA, luego de eso Paul la guio atreves de la ciudad al Hotel que él quería. ¿Sería un Castillo tecnológico? ¿Como el observatorio? Ya lo vería.
Mientras pensé en como la estarían pasando mis padres, ¿estarían tan bien como yo? O… ¿aun mejor? Por dios era su segunda luna de miel, tenían que estar pasándola bien, al pensarlo reí silenciosamente y Paul me vio, yo le saque la lengua y el pico un ojo; en serio estaba ignorando a sus hermanas.

- Oye Sol… ¿Y que vieron de interesante hoy eh? – Dijo Andrea.
- Pues, todo fue muy bien, tu hermano sabe como entretenerme. – Dije y él me miro.
- ¿Cómo? ¿Así? – Y empezó a hacer muecas de besos – Besos besitos.
- JAJAJA así mismo hermanita. – Dijo Paul, ella puso cara de traviesa.
- Oh que bien, Ya lo Sabia – pauso La menor de todos – así será con mi novio.
- Andrea… - Escuche decir a Anny.
- No seas aguafiestas Hermana, cuando tenga novio tendrá que hacer eso… o ¿no hermanita? – Pregunto Paul.
- Claro. – Respondió Sonriente la adolescente.
Todos quedaron en un gran silencio, mientras avanzábamos por la ciudad vimos correr a una chica a la cual la perseguían miles de fotógrafos; fue algo gracioso pero me dio algo de pena, ¿las estrellas sufrían eso siempre? Yo algún día seria una estrella, no de la pantalla grande pero si del piano, y tal vez cantante, nadie sabe; al pensar eso recordé lo mucho que extrañaba mi piano, *Oh Mi Piano* pensé.
Cuando desperté de mis pensamientos íbamos llegando a un hotel, el hotel que Paul había escogido. Ya veríamos sus gustos, y en realidad si parecía un castillo.
- Llegamos, vamos bajen. – Dijo Anny.
- Y… ¿Tu? – Dijo Andrea.
- Ya voy, hare una llamada. – Respondió la hermana mayor.
Cuando entramos la recepcionista nos atendió y de nuevo se pidieron 2 habitaciones.
- ¿Cómo se llama el hotel amor? – Le pregunte a Paul.
- Millennium Biltmore Hotel… ¿Te gusto? –
- Pues sí, parece un Castillo. – Dije.
- Digno de una reina como tú. – Dijo
- Si eres bobo, me sonrojas, sabes que no soy exigente. – Mencione.
- Lo sé, pero quiero darte las mejores vacaciones, antes de… - lo interrumpí.
- ¿Antes de…? ¿ser vampiro? – Pregunte.
- Exacto. – Acepto.
Después de pagar las habitaciones Paul le dijo algo a Andrea, me tomo la mano y nos llevo a la habitación, yo pensé *vas a dejar a tu hermana de quince años sola* pero no quise decírselo, no quería arruinar el momento.
- Amor, cierra los ojos. – Dijo Paul.
- Ok.
Escuche como sonó la puerta al abrir, el me guio con la mano, y abrí los ojos

- Paul… esto es… - No me dejo terminar.
- Si, se que te gusta. – Dijo y me beso.
- Oye esto debe ser muy caro, un Jacuzzi, ¡Woo GENIAL! – Dije
- JAJAJA pues ponte el traje de baño porque nos vamos a bañar ya. – Dijo entusiasmado.
- Claro. – Me metí al baño y enseguida me cambie.
Que sorpresa tan extraña, pero yo siempre, desde muy pequeña siempre quise bañarme en un Jacuzzi, un sueño de la infancia, lo había hecho una vez, a las nueve años, pero nunca más me había vuelvo a bañar en uno y era una meta que me tenía que poner ¿Cómo sabia Paul eso? ¿Leyó me diario? JAJA no me importaba solo Salí y me metí a jacuzzi el ya estaba allí.
- Espero que te allá gustado. – Dijo Paul.
- Claro Paul, esto es… Fantástico.
- Ah, espera, tengo algo mas… - No lo deje terminar.
- ¿Algo más? Cariño no crees que es demasiado.
- No, además esto no es nada, conseguí un teléfono de el crucero de tus padres, se que los has extrañado aunque sea un poco, y como ellos dijeron que te llamarían a la casa – Pauso – Y no estás allí, decidí encontrarlo y que les eches una llamadita.
- Oh, Paul, ¿tu siempre piensas en todo eh? – Pause – yo no tengo tanto espacio en mi cabeza para tantos… pensamientos. – Al terminar reí, fue gracioso.
- JAJAJA ya te dije que ser vampiro tiene muchas ventajas. – Dijo Bromeando.
- Pues dentro de unos meses me tocara a mí. – Dije acercándome a él.
- Sí, pero solo tú decides ¿ok? – Me dijo como si él me estuviera obligando pero no era así, yo quería serlo.
- Si eres tonto. – Le dije y le di un beso.
Duramos 2 horas metidos en el jacuzzi hablando de muchas cosas, nuestro amor, nuestra pasión por la música, de… vampiros, y todo lo que hablarían dos adolescentes normales, solo que uno no era… humano.

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