domingo, 12 de septiembre de 2010

25. Saliendo Hacia Orlando



Les toque la puerta a las chicas y Anny abrió.
- Oye, buena idea, así no te dará calor en el camino, afortunadamente, el auto tiene aire. – Dijo Anny, aunque no la entendí muy bien.
- ¿A qué te refieres? – Pregunte.
- A la ropa, JAJA y… ¿complacerás a Andrea poniéndote esa camisa? – Pregunto.
- En realidad no es solo por ella, me gusto mucho. – Le dije - ¿Ya estas listas? – Pregunte.
- Si, Andrea solo esta desayunando y salimos. – Me dijo.
- Ok.
Me fui a la habitación donde Paul aguardaba molesto, entendía su preocupación, pero por eso no tenía que estar conmigo a cada segundo del día, eso sería muy… sobreprotector por así decirle.
Al entrar cogí mi maleta, y mire a Paul, le guiñe el ojo y Salí de nuevo de la habitación. El vino detrás de mí y me tomo del brazo.
- Sol, lo siento, tal vez soy exagerado, pero no te quiero perder – Pauso – Entiéndeme tu también a mí.
- Yo te entiendo Paul, tú eres mi superhéroe, pero tampoco me tienes que acosar. – Le dije mientras me acerque y lo abrazaba.
- Está bien niña caprichosa. – Dijo y me beso.
Esperamos a que sus hermanas salieran, y nos fuimos a recepción, dejamos las llaves de las dos habitaciones y nos fuimos, yo pensé *Adiós L.A.*
- Chicas deberían dormir un rato, el viaje hasta Phoenix son cinco horas. – Nos dijo Anny.
- Yo por ahora no quiero dormir, dejare el sueño para el hotel donde nos quedemos. – Dije yo, mientras colocaba mi cabeza en el hombro de Paul.
- Yo si dormiré, aun tengo sueño. – Dijo Andrea.
Al pasar dos horas le pasamos por un lado a Tucson, yo allí decidí dormir un poco, le dije a Paul que en otras dos horas me despertara, ya que, ya estaríamos cerca de nuestra primera parada.
Pasadas esas dos horas, Paul me despertó y yo le saque la lengua, el me beso y Anny nos miro como pensando *novios al fin*.
Paso una hora y llegamos a nuestro destino Phoenix, al fin, yo a pesar de que dormí dos horas, estaba cansada. Nos detuvimos en un Hotel llamado San Carlos, Parecía entre los gustos de los tres hermanos, pero era hermoso, al igual que los otros hoteles, no me podía quejar de ninguno porque todos habían sido maravillosos.
- Paul, no me quiero imaginar cuanto han gastado en estos días. – Le dije a Paul.
- Pues no te lo imagines, eso no te incumbe – Dijo Bromeando.
- Pero es cierto, hoteles, comida, hasta ropa. – Le dije.
- Ya dije que no te incumbe cariño, te quiero dar unas vacaciones que jamás olvidaras. – Me dijo y yo me sonroje.
- Es que con solo estar contigo en las vacaciones, jamás lo olvidaría. – Le dije mientras bajábamos del auto.
Al entrar al hotel, no me sorprendí, ya era costumbre que todos parecieran palacios.
Se repitió lo mismo de los otros hoteles, pidieron dos habitaciones y cada uno se fue a la suya, yo estaba tan cansada que no me fije en lo linda que era hasta que Paul me dijo ¿Este Te gusta? Siempre lo preguntaba.
- Paul, Te Amo sabes, lo eres todo para mí. – no sé de donde me había salido eso, pero pensé en la posibilidad de que nos podían separar y tuve que decirlo.
- Amor, yo también Te Amo más que a mi vida, yo te cuidare siempre, te lo prometo. – Dijo, me dieron ganas de llorar pero no podía demostrarle que estaba tan preocupada que me ponía tan débil como el papel.
- Y yo siempre estaré a tu lado, para darle ánimos a mi vampiro favorito. – Dije.
- ¿y quién es ese? JAJA es broma. – Dijo y Pauso. – Yo también estaré siempre que me necesites y cuando no me necesites también, hasta la eternidad, siempre… junto a ti. – Sonó como novela de televisión, fue tan romántico, lo bese y él me abrazo fuerte.
Nos acostamos a ver televisión, yo no me pregunte si él había cazado la otra noche, pero si no lo había hecho, tenía que hacerlo hoy.
El me miro, y noto que yo me encontraba en mis pensamientos, beso mi frente y dirigió su mirada de nuevo al televisor.

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