viernes, 10 de septiembre de 2010

24. Se Que No Estoy Sola... Te Tengo a Ti



El me abrazo y encendió el televisor, vimos CIS Miami, uno de mis programas favoritos. Llego la noche y Anny toco en nuestra puerta si yo iba a comer, Paul le dijo que pediría servicio a la habitación ya que no quería volver a salir y Anny dijo lo mismo. Pero escuche otra cosa…
- ¿Cómo cazaremos Hoy? – Escuche la voz de Anny.
- No lo sé, llevare a Sol a tu Habitación y que se quede con Andrea unos minutos mientras regresamos, no la puedo dejar mucho tiempo. – Dijo Paul.
- Hermano Andrea no la podrá defender; pero como tu digas. – Dijo Anny.
- Si, como yo digo. – Dijo Paul cerrando la puerta.
El me vio que yo había cruzado mis brazos y lo había visto con una mirada de culpa.
- Sol, Tranquila. – Dijo.
- No puedo estarlo, por mi culpa no podrás cazar bien. – Le dije.
- Oye estaremos bien, como nuestro alimento son los animales no dependemos mucho de eso, no sé como explicártelo, no nos hace tanta falta, solo con tomar una vez en dos días, estamos bien. – Explico mi vampiro hermoso.
- Ok, sabes no tengo mucha hambre, solo estoy cansada quiero dormir. – Le dije.
- ¿Segura? – Pauso – Pero antes dime tu recuerdo, que ayer no lo pudiste decir.
- Bueno, estaba yo en el piano, tocando… y una mujer, de cabellos largos castaños y enrollados, se acerco a mí, y me dio el revólver, dijo que tenía que hacerlo, porque tu jamás regresarías a mí. Mientras acercaba el arma a mi cabeza, ella me miro con unos ojos llenos de maldad, y me dijo HAZLO, y tire del catillo. – Le relate. – Y la volví a ver en el espejo del probador, de la tienda de trajes de baño.
- Lo sabía, era y es ella, No dejare que se te acerque. – Me dijo.
Lo abrace y nos acostamos en la cama, es lo último que recuerdo, porque caí en un profundo… sueño.
Paul me despertó a la mañana siguiente, ya nos íbamos de Los Ángeles, íbamos a Orlando, específicamente a Disney, a llevar a Andrea. Esa noche no soñé con nada, afortunadamente, estaba algo asustada con el hecho de que esa mujer tratara de separarme de Paul, no solo por eso, sino que pase como en mi pasado, aunque Paul había dicho que en el pasado yo era débil, y temía enfrentarme a las cosas, ahora era fuerte, pero delante de una vampira, mi fuerza no era competente.
- Amor, ¿Pido servicio a la habitación? – Pregunto Mi vampiro.
- Pues no lo sé, pero como será un viaje largo, debería comer algo ¿cierto? – Le dije.
- Claro, no queremos que te desmayes por el camino. – Bromeo.
El llamo a la recepción y pidió el servicio, yo fui a tomar una ducha y al igual que el otro día Paul estuvo dentro del baño, y salió cuando me iba a vestir, se estaba tomando muy en serio eso de nunca separarse de mí.
Me puse un short de los que habíamos comprados nuevos, y una camisa azul que me había escogido Andrea, en realidad ella y yo teníamos gustos parecidos y esa camisa me había gustado mucho.
Al salir, vi a Paul acomodando las maletas que estaban encima de la cama, ya el servicio a la habitación había llegado así que comí rápido, el viaje era largo y mientras más temprano saliéramos mejor.
- Oye, estas muy linda eh, nunca te había visto en shorts. – Me dijo Paul.
- Gracias amor, una pregunta, ¿Haremos Paradas por el camino? – Pregunte.
- Si, es un viaje de un día y unas cuantas horas, así que haremos dos paradas, además conoceremos otras cosas. – Me dijo.
- Y… ¿Dónde pararemos?
- Creo que en Phoenix y luego en El Paso o algo así. – Me explico.
- Ah bueno, ¿ya las chicas están? – Dije.
- Supongo que sí, llamare a Anny por teléfono. – Dijo.
- Paul están en la habitación de enfrente. – Reproche.
- ¡No te puedo dejar, sola! – Dijo serio.
- No es para tanto, yo voy y las llamo.
Salí de la habitación algo molesta, Paul me estaba sobreprotegiendo, entendía que esa mujer estaba cerca, pero en 5 segundos no me podía hacer nada.

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