52. Buscándola

Sentí una presencia y mire hacia las escaleras, Darwim estaba bajando a través de estas y se acerco a Anny jalándola de la cintura.

- Calma Querida, todos cometemos errores. – Dijo Darwim.

Sin duda los días que Paul y yo pasamos en la luna de miel ellos se habían puesto muy… ¿Unidos?

Mire a Paul que aun regañaba a su Hermana, esta estaba mirando hacia el suelo, con gesto de avergonzada.

- Mírate Andrea, Que distinta estas, siempre fuiste rebelde, pero esto ya se paso de la raya. – Paul le mostro su cabello. – Sigues siendo menor que Anny y que yo, no puedes hacer lo que se te venga en gana.

- Ya no soy una niña, ¿no me vez? – Reprocho Andrea.

- Te veo, y pareces una niña caprichosa, Basta ya, No volverás a probar la sangre humana, te acostumbraras a alimentarte de la sangre de animales, o te tendrás que ir de esta casa. – Miro a Axel que aun seguía contra la Pared. – Junto con Él.

Andrea se las arreglo para quitarse de encima a Paul, agarro a Axel de un Brazo, y a mí me quito de su camino, ya que me encontraba tapando la puerta.

- ¿Estás Bien? – Me pregunto Paul, después del empujón que Andrea me había dado para poder salir de la casa.

- Sí, pero eso no es lo que te debe preocupar, Andrea se ha ido. – Dije aun atónita.

- ¿Qué has hecho? – Le dijo Anny a Paul zafándose de los brazos de Darwim.

- Volverá, lo sé. – Dijo Paul muy seguro.

- No, yo iré a Buscarla. – Dijo Anny mientras salía corriendo a través de la puerta.

Darwim nos miro, Paul le hizo un gesto y el asintió, luego se encamino a seguir a Anny.

- ¿Vamos a Nuestra casa? – Pregunto, ¿Nuestra Casa? ¿Cuál?

- ¿Qué casa? – Pregunte.

- La de al lado, Le dije a Anny que la comprara mientras estábamos de luna de miel. – Dijo seco, sin duda era por lo que había sucedido.

- No creo que debamos ir, esperemos a que vuelvan. – Pause. – Pero puedes llevar las maletas mientras.

- Está bien. – Dijo y se encamino hacia el auto.

Cerré la puerta de la casa y me senté en los escalones de la escalera y mire fijamente hacia la Puerta.

Vi como se abría y pensé que era Paul hasta que vi a Axel. Me levante bruscamente de donde me encontraba y corrí hacia él.

- ¿Dónde está Andrea? – Pregunte, algo preocupada, el había vuelto, solo.

- No lo sé, sé que me fui con ella, pero le insistí en que no debía hacer eso y que volviéramos, me dijo que volviera yo solo y me dio un empujón y se fue, intente seguirla, pero es muy rápida. – Estaba tartamudeando, nunca había visto a Axel así. – Vine a buscarlos a ustedes para que me ayuden a encontrarla, pero veo que la única que está aquí eres tú.

- ¿Y acaso yo no puedo hacer nada? – pregunte algo indignada.

- No creo que Paul deje que su florecita se ensucie las manos. – Dijo.

Lo mire de reojo, y fui a la cocina, deje una nota diciéndole a Paul que Axel ya no estaba con Andrea y vino aquí a buscar ayuda para encontrarla, y yo me iba a ir con él; a pesar de que la casa no estaba nada lejos de esta, Paul se estaba tardando mucho, y había que encontrar a Andrea cuanto antes, ella me necesitaba.

Nos encaminamos hacia el bosque, el olor de Andrea estaba por todas partes, llegamos al pie de la montaña y su rastro llegaba hasta aquí.

Axel inhalo aire.

- Por aquí, tomo esta dirección. – Salió corriendo y yo lo seguí.