viernes, 22 de julio de 2011

63. Primer Añito


- Tengo que limpiar. – me levante de la cama, no podía creer todo el desastre que había.

- Tranquila, yo lo hago. – yo lo mire incrédula.

- No, yo lo hago. – Pause. – Y si no quieres, lo hacemos los dos.

- Yo conozco algo que podemos hacer los dos. – Dijo y rio.

- Así…. ¿Qué? – dije yo con una sonrisa picara en mi rostro, Tanto él como yo, estábamos cubiertos de sangre.

- Limpiar esto, y luego darnos una ducha caliente, ¿Te parece? – Pregunto.

- Perfecto. – Le dije.

Estuvimos limpiando por tres horas continuas, luego nos dimos una ducha muy larga, y nos acostamos a ver televisión.

- Sol… - Suspiro. – Por un momento pensé que…

No termino la oración, lo mire extrañada.

- Pensaste... ¿Qué? – quise saber.

- Nada, es una tontería. – Dijo.

- Vamos no seas tonto, dime.

- Que estabas… ya sabes, embarazada. – Me miro lleno de ilusión.

Yo me quede callada, el en verdad deseaba tener un hijo, pero yo no sabía si eso se podía, el y yo no nos cuidábamos, y si no había quedado embarazada, era por algo; yo no me sentía preparada, pero adoraba a los niños, y desde pequeña siempre quise llegar a ser madre, pero ¿Qué mujer no desea serlo?, tal vez era estéril, tal vez había algo en mi cuerpo que no funcionaba bien.

Pero si él lo deseaba tanto habría que intentarlo.

- Sol… ¿No me responderás? – ups, no me había dado cuenta de que no le había respondido.

- ¿Tanto lo deseas? – Pregunte.

- Si tú no lo deseas, yo no lo deseo. – Dijo y me abrazo.

No supe que responder a eso, el siempre estaba de mi lado, me entendía, me comprendía, y yo me portaba egoísta con él, tal vez era el momento de madurar y formar una familia, ya llevábamos dos años casados, tal vez si era el momento y yo no me di cuenta antes. Lo intentaría.

Ocho meses después.

Paul y yo estuvimos intentando poder tener un hijo, ya a mi me está gustando la idea de poder tener a mi propio hijo, pero también me estaba entristeciendo, pues Paul y yo no lográbamos nada, mientras, Cesar ya cumplía un Año, estaba gigante, y se la pasaba corriendo por todos lados.

Estábamos a veintiocho de Octubre, y celebraríamos la fiesta de cumpleaños de mi sobrino político.

- ¿Cómo pasa el tiempo no? – Me dijo Anny, mientras preparábamos algo de comida para las amigas de Anny que vendrían a celebrar junto a ella el primer año de su hijo.

- Si, y míranos, seguimos siendo más jóvenes que todo el mundo que conocemos. – Dije y reí.

- Siempre lo seremos. – Me dijo y guiño un ojo.

Anny saco la torta del horno y me dijo que la decorara, mientras le ponía el merengue, Paul me llego por detrás y me dio un abrazo.

- Un Beso. – Le dije, y me lo dio.

- Todo está quedando perfecto. – Me dijo mientras pasaba el dedo a través de un poco de merengue.

- Paul. – Dijo Anny, y le golpeo la mano a mi esposo, yo reí.

El me dio un golpecito en la espalda y yo reí aun más de lo que había reído en todo el día.

- ¿Dónde está mi bebé? – Dijo Anny cuando vio entrar corriendo a Cesar por la puerta de la cocina, Andrea lo perseguía.

- Tu bebé no quiere ponerse los zapatos. – Dijo Andrea.

Anny se agacho y miro a Cesar directo a los ojos.

- Deja que tu tía te ponga los zapatos. – Le decía mientras señalaba a Andrea.

El corrió hacia Andrea, y ella lo agarro en brazos.

- Si que estas pesado Pequeño. – Dijo Andrea mientras salía de la cocina.

En ese momento sentí un golpe en el abdomen, lo ignore, tenía que seguir decorando la torta

- ¿Qué le escribo? – Le pregunte a Anny.

- Mi Primer añito. – Pensó. – Si eso está bien.

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